Un turista holandés ha sido condenado hoy a tres meses de cárcel por ofender al budismo en Birmania (Myanmar), la pena mínima que podía imponerle el tribunal de lo penal que lo juzgó en Mandalay, ciudad situada a 242 kilómetros al norte de Naipyidó.
El juez impuso también a Klaas Haytema una multa de 100 mil kyat (78,7 dólares) o otros seis meses de cárcel, a lo que el condenado optó por pagar, según el medio local Myanmar Times.
El delito del ciudadano holandés fue desconectar un altavoz de un edificio próximo a su hotel en la noche del 23 de septiembre pasado que a su juicio emitía un sonido demasiado alto y no le dejaba descansar.
El europeo creyó, según su testimonio, que se trataba de jóvenes de fiesta y desconocía que el inmueble en cuestión era un recinto religioso.
El año pasado, un neozelandés y dos birmanos fueron declarados culpables de ofender al budismo por haber promocionado una fiesta en el bar que regentan con un cartel de Buda con auriculares.
El budismo es la religión mayoritaria en Birmania, un país con más de un centenar de grupos étnicos y que este año estrenó su primer gobierno democrático después de más de medio siglo gobernada por militares.
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