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El Partido de los Trabajadores (PT) del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva fue el gran derrotado en las elecciones municipales celebradas ayer en Brasil, tras perder el poder en 374 ciudades.
Tercer partido con mayor número de municipios obtenidos en las elecciones de 2012, el PT de Lula y de la ex mandataria Dilma Rousseff –muy desgastado por los escándalos de corrupción- cayó hasta la décima posición, por detrás de formaciones minoritarias que han absorbido a su electorado.
El ejemplo de esta “debacle” electoral de la formación de izquierda fue Sao Paulo, donde el alcalde petista Fernando Haddad fue derrotado en primera ronda por el empresario millonario Joao Doria, un desconocido de la política hasta hace poco, pero que administrará la mayor ciudad de América del Sur.
De los 54 municipios con más de 200 mil electores el PT apenas ganó en uno, y colocó sólo a siete candidatos para disputar la segunda ronda el 30 de octubre, aunque ninguno de ellos en ciudades influyentes como Río de Janeiro o Minas Gerais.
El gran vencedor de las elecciones municipales, donde 144 millones de brasileños estaban llamados a las urnas para elegir a cinco mil 500 cargos públicos, fue el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB, derecha), aliado del presidente Michel Temer pero con ambiciones de obtener la presidencia en los comicios de 2018.
Temer, por su parte, también salió como derrotado en las elecciones, aunque su formación, el Partido de Movimiento Democrático Brasileño (PMDB, centro), fue la que más alcaldías obtuvo en este primer turno (mil 27).
Sin embargo, la candidata apoyada personalmente por Temer a la alcaldía de Sao Paulo, Marta Suplicy, fue derrotada duramente y no logró volver a gobernar la ciudad más influyente del país, que ya administró desde 2001 a 2005.
El presidente, que llegó al poder tras la destitución de Rousseff por juicio político, evitó a la prensa al ir a votar, ya que llegó con tres horas de anticipación del horario anunciado por su gabinete de prensa.
Ello para evitar manifestaciones en su contra organizadas frente a su colegio electoral y que, con una popularidad de apenas el 13 por ciento, se han repetido en los actos públicos de Temer en Brasil y en algunas otras ciudades que ha visitado en el exterior.
jlcg