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Roma.— Los dos terremotos y más de 200 réplicas que han sacudido el centro de Italia desde la noche del miércoles destruyeron casi por completo algunos pueblos y generaron pánico en una zona ya en estado de shock desde el sismo de finales de agosto, que dejó casi 300 muertos. Ahora, el reto es reubicar a los damnificados.
El gobierno dijo que destinará 40 millones de euros para asistir a los damnificados, mientras que el primer ministro Matteo Renzi abogó por reforzar las estructuras en las zonas golpeadas por los movimientos telúricos.
El número de víctimas mortales de los sismos del miércoles y subsecuentes se limita por ahora a un hombre que, según las autoridades, sufrió un ataque cardíaco. Varias personas resultaron heridas, señalaron los alcaldes de las localidades afectadas. Hasta 3 mil personas se quedaron sin techo en la región de Las Marcas, informó la Defensa Civil.
Aunque la magnitud de los terremotos fue similar a la del de hace dos meses, las autoridades señalaron que el daño fue mucho menor. Pese a ello, a nivel material las pérdidas son enormes. “Es una catástrofe, 80% de las viviendas han quedado inhabitables. Y con los nuevos sismos la gente abandona”, dijo ayer el alcalde del pueblo de Ussita, Marco Rinaldi. En el cercano Castelsantangelo sul Nera, todo el núcleo histórico desapareció, según el alcalde Mauro Falcucci. “El centro ha sido cerrado al paso”, indicó. Un 90% de las viviendas están dañadas, añadió.
Ante la imposibilidad de montar campamentos debido al intenso frío, el jefe de Protección Civil de Italia, Fabrizio Curcio, explicó que se estudia cómo alojar a los damnificados, que cifró en unos 4 mil en total.
Desde su punto de vista, la solución sería “buscar hoteles en la costa [adriática]”, en un área que no es considerada sísmica. “No queremos que la gente duerma en los coches o en las tiendas”, dijo.
Giuliano Pazzaglini, alcalde de Visso, una de las zonas más golpeadas, dijo que los vecinos de su municipio y alrededores que lleguen al campamento ubicado allí deberán elegir entre pernoctar en tiendas de campaña, alojamientos en el litoral adriático o apañárselas con familiares o en sus coches.
En la cercana y turística Norcia los vecinos fueron testigos del desplome de dos de sus joyas arquitectónicas, el santuario de Santa Maria delle Grazie y la iglesia de San Salvatore, esta última completamente hundida.
El premier Renzi visitó la ciudad de Camerino, una de las más afectadas, llamó a una pronta reubicación de los damnificados. A la vez, abogó por una “intervención estructural de las zonas afectadas” para evitar derrumbes en futuros terremotos.
El Consejo de Ministros italiano aprobó destinar 40 millones de euros para facilitar que los servicios de Protección Civil aseguren “con la brevedad y eficiencia posible las intervenciones necesarias para asistir a las poblaciones afectadas”. El 11 de octubre, el Ejecutivo italiano aprobó destinar 300 millones de euros para desarrollar la primera fase de reconstrucción de las zonas afectadas por el terremoto del 24 de agosto.