Rusia rechazó hoy las acusaciones de que la aviación rusa y siria estén implicadas en el bombardeo el miércoles de una escuela en la provincia siria de Idleb, en la que murieron, según la Unicef, 22 niños y seis maestros.
"Es mentira. Rusia no tiene nada que ver con ese horrible ataque. Exigimos que se dedique la máxima atención a esta tragedia y que se inicie de inmediato una investigación", dijo María Zajárova, portavoz de la Cancillería rusa.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos acusó directamente a la aviación rusa de bombardear dicha escuela.
"En estos momentos el Ministerio de Defensa estudia los datos de control objetivo y en breve realizará el correspondiente comentario", señaló en rueda de prensa.
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Zajárova instó a todas las organizaciones internacionales a involucrarse en la investigación del bombardeo, que ha llevado a las Cancillerías occidentales a insistir en las acusaciones de crímenes de guerra contra Moscú y Damasco.
El director ejecutivo de la agencia de la ONU para la infancia (Unicef), Anthony Lake, aseguró que "si (el bombardeo) fue deliberado", es "un crimen de guerra".
Según Unicef, el suceso puede tratarse del "ataque más mortífero contra una escuela desde que empezó la guerra hacia más de cinco años".
Mientras, la agencia oficial siria SANA informó hoy de que al menos seis menores murieron hoy y otros quince resultaron heridos por la caída de cohetes lanzados por "grupos terroristas" contra un colegio situado en una zona bajo control gubernamental en Aleppo.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos confirmó el fallecimiento de seis menores por el impacto de proyectiles en ese colegio de Al Shahba, en el oeste de Aleppo.
jlcg