El Congreso de los Diputados español puso fin el jueves al debate de la sesión de investidura, antes de una primera votación sobre si se permite al líder conservador formar un gobierno en minoría y poner fin a 10 meses de parálisis política.
Mariano Rajoy, presidente del gobierno en funciones y líder del Partido Popular, carece de apoyo suficiente para obtener la mayoría parlamentaria en la cámara de 350 escaños, necesaria para ganar la primera votación. Tendrá que esperar a una segunda ronda el sábado, en la que sólo necesitará una mayoría simple y la abstención prometida por el principal grupo opositor, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), que probablemente le permita iniciar un segundo mandato.
El portavoz socialista Antonio Hernández dijo que el partido votaría contra Rajoy en la primera vuelta como muestra de rechazo a sus políticas. El partido, que tiene 84 diputados, aceptó abstenerse en la segunda ronda para evitar una tercera elección. En las dos anteriores, el PSOE obtuvo los peores resultados de su historia.
Rajoy defendió su candidatura el jueves, destacando que su partido había ganado las dos elecciones anteriores y merecía gobernar.
El presidente interino tiene el apoyo de 170 legisladores —137 de ellos de su propio partido— y necesita solo seis más para la mayoría.
Si no hay gobierno para el lunes, se deberá convocar a una tercera elección.
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