El gobierno venezolano ha manejado con ineficiencia la escasez de medicinas y alimentos que aqueja actualmente al país, pero además intimida y castiga a quienes lo critican, denunció el lunes Human Rights Watch (HRW).
La organización defensora de derechos humanos exhortó a los gobiernos del continente a presionar al presidente Nicolás Maduro para que adopte medidas inmediatas que aborden adecuadamente lo que calificó como una "profunda crisis humanitaria".
"El gobierno venezolano se ha esmerado más en negar que existe una crisis humanitaria, que en trabajar para resolverla", dijo José Miguel Vivanco, director para las Américas de Human Rights Watch. "Sin una presión internacional firme, sobre todo de la región, es altamente improbable que el gobierno de Maduro tome medidas para enfrentar la crisis humanitaria que sufre Venezuela, y en tal caso, sus gravísimas consecuencias sólo se agravarán".
The Associated Press solicitó un comentario a la embajada venezolana, pero hasta el momento no ha obtenido respuesta.
El gobierno de Maduro no admite ayuda humanitaria y asegura que la crisis de medicinas y alimentos es un invento de los opositores a lo que denomina "revolución socialista", que inició su partido al llegar al poder hace 17 años.
Al presentar un informe de 70 páginas, la organización aseguró haber entrevistado a más de 100 personas en Caracas sobre la escasez. Además visitó seis estados y ocho hospitales públicos, así como un centro de salud en la frontera con Colombia y una fundación que brinda atención de salud.
También conversó con personas que hacían filas para tratar de comprar productos con precios controlados por el gobierno, con detenidos tras protestar por el desabastecimiento, con defensores de derechos humanos y con expertos en salud pública.
Los entrevistados relataron una grave escasez de fármacos básicos —como antibióticos y analgésicos— y de insumos como guantes estériles, gasas y alcohol.
HRW denunció que con las medidas que el gobierno venezolano ha tomado hasta el momento viola su Constitución y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, así como la Convención sobre los Derechos del Niño.
Por último, citando estadísticas oficiales, HRW dijo que la tasa de mortalidad materna durante los primeros cinco meses de 2016 fue 79% más elevada que la indicada en las cifras oficiales de 2009.
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