Ginebra.— Los crímenes en Siria han alcanzado “proporciones históricas”, constituyen sin duda crímenes de guerra y en algunos casos hasta crímenes contra la humanidad, denunció ayer el alto comisionado de Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad al Husein.
Lo que sucede en Aleppo, particularmente, son violaciones del derecho internacional humanitario perpetradas por todas las partes del conflicto y que han sido debidamente documentadas por la ONU, dijo el responsable al abrir una sesión extraordinaria del Consejo de Derechos Humanos para tratar la crisis en esa ciudad.
El Consejo aprobó una resolución para investigar crímenes de guerra en Aleppo, un gesto de presión sobre el gobierno sirio y Rusia, que durante semanas bombardearon el este de la ciudad.
La resolución fue aprobada por 24 votos a favor, siete en contra y 16 abstenciones, pide identificar a aquellos “sobre los que hay una base razonable para creer que son responsables” de crímenes de guerra y exige que sean juzgados mediante “mecanismos de justicia apropiados, justos e independientes nacionales o internacionales”, como la Corte Penal Internacional (CPI) de La Haya.
Rusia anunció la extensión del alto el fuego en Aleppo hasta las 19:00 hora local de hoy.
El gobierno sirio abrió ayer un nuevo corredor para los rebeldes y civiles que quieran salir de los vecindarios sitiados de Aleppo, pero la ONU señaló que la acción de rescate prevista por las organizaciones de ayuda humanitaria para evacuar a heridos del este de la ciudad no puede comenzar por falta de garantías de seguridad. El portavoz de la agencia de ayuda humanitaria de la ONU, Jens Laerke, describió la situación como “astronómicamente difícil”.