Más Información
Diputadas reafirman compromiso en 25N; María Teresa Ealy impulsa la prevención, protección y el empoderamiento
Ejército envía 100 elementos de las Fuerzas Especiales a Sinaloa; realizan labores de vigilancia en la entidad
“No habrá democracia plena mientras persistan desigualdades de género"; Rosa Icela Rodríguez llama a formar parte activa
Noroña se lanza contra Trump; qué aranceles deberíamos poner hasta que dejen de exportar armas y consumir drogas, cuestiona
Bogotá.— Colombia escribe hoy un capítulo sin precedentes en la historia de América, al convertirse en el primer país del Hemisferio Occidental que acudirá a las urnas para que el pueblo decida, en un plebiscito, si acepta o rechaza un acuerdo de paz firmado por la guerrilla y el gobierno para acabar con una guerra que se prolonga por 52 años y 114 días y dejó 8 millones 68 mil 272 víctimas, con 225 mil muertos, unos 45 mil desaparecidos y más de 6,4 millones de desplazados.
Un total de 34 millones 899 mil 945 colombianos empadronados podrán responder “sí” o “no” a una pregunta: ¿Apoya usted el acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera? La última encuesta difundida por Caracol Radio da la victoria al “sí” por 62%, contra 38% del “no”. La pregunta es cuánta gente votará. La cifra de votos requeridos para que el “Acuerdo Final para la Construcción de una Paz Estable y Duradera” sea aprobado y el resultado del plebiscito tenga carácter vinculante para el desarrollo constitucional y legal del pacto es que los votos por el “sí” superen el mínimo del 13% del censo electoral, con al menos 4 millones 536 mil 992, y que sobrepasen la cantidad de sufragios que obtenga el no.
Si gana el “sí”, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) —con una membresía que oscila entre 7 mil y 8 mil insurgentes— iniciará de inmediato un proceso de desarme, desmovilización y reinserción social, en una ruta reforzada paralelamente con la promulgación de leyes, como amnistía, y con una variedad de mecanismos políticos, judiciales, económicos y financieros y con verificación internacional de las organizaciones de Naciones Unidas y de Estados Americanos. Si triunfa el “no”, los rebeldes siguen en armas y el proceso de paz se detiene.
El plan, de 297 páginas, fue suscrito el lunes anterior en la caribeña ciudad de Cartagena de Indias, litoral norte de este país, por el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, y por el guerrillero Rodrigo Londoño Echeverri, comandante en jefe de las FARC. Un triunfo del sí acelerará el paso para que las FARC migren de fuerza armada irregular a partido político legal.
El acuerdo pone fin a un conflicto bélico que estalló en mayo de 1964 y es el saldo de intensas negociaciones entre ambos bandos de noviembre de 2012 a agosto de 2016 en La Habana, con Cuba y Noruega como garantes y Chile y Venezuela como acompañantes.
Santos dijo el viernes en entrevista con EL UNIVERSAL que confía en la victoria del sí y que, ante la alternativa del no, “los colombianos deben tenerlo claro: no existe la posibilidad de renegociar lo ya acordado. El ex presidente Álvaro Uribe (2002-2010), líder del “no”, insistió el viernes en una entrevista con Radio Cadena Nacional en que si se rechaza el acuerdo, por objeciones políticas, judiciales y socioeconómicas, se dará una señal de que “se quiere la paz, pero que esos textos de La Habana deben ser revisados” antes de que tengan rango constitucional.
El plebiscito es un hecho inédito en el continente americano y una cita de los colombianos con el futuro de su país, tras 206 años de declarada la independencia de Colombia de España y 197 de conquistada.
En actos separados, ayer las FARC destrozaron 620 kilos de explosivos, detonadores y granadas para morteros y se comprometieron a declarar ante el gobierno “los recursos” monetarios y no monetarios que han venido conformando nuestra economía de guerra”, para iniciar un proceso estipulado en el acuerdo de entrega de bienes y de reparación económica a las víctimas. El gobierno aseguró que es una “buena noticia” para las víctimas.
Cero licores. En una votación que debe empezar a las 08:00 horas locales (mismo tiempo de la Ciudad de México) y concluir a las 16:00, y con una “ley seca” para todo el país que rige desde ayer a las 18:00 hasta mañana a las 06:00, las previsiones del Registro Nacional del Estado Civil, que organiza el aparato logístico del plebiscito, es que los resultados con tendencias definitivas empiecen a surgir luego de las 17:00. La consulta popular, cuyo control legal recae en el Consejo Nacional Electoral, se realizará en 81 mil 925 mesas, con 80 mil 553 en Colombia y mil 372 en el exterior, y en 11 mil 34 centros de votación, con 10 mil 831 en suelo nacional y 203 en el extranjero; 130 mil soldados, y la policía, garantizarán la seguridad de la jornada.
“Son pocas las ocasiones en nuestra historia en las que se ha decidido un asunto de tal trascendencia para el país, como el que está planteado en estos momentos”, advirtió el colombiano Juan Carlos Galindo, registrador nacional, quien instó a acudir “con entusiasmo” a las urnas a “marcar la opción deseada” y puntualizó que “entre todos construiremos una decisión popular mayoritaria en un histórico momento de nuestra patria”.