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Con un estado de ánimo que parecía el de "hay que echar a estos inútiles", los brasileños votaban el domingo en comicios municipales, las primeras elecciones en el país después de la destitución de la presidenta Dilma Rousseff.
La votación en más de 5 mil municipios permitirá medir la ira de los votantes frente a la caída económica, la corrupción endémica y las divisiones provocadas por el juicio político a Rousseff, además de los asuntos locales.
Las encuestas dan buenas posibilidades a candidatos no tradicionales en ciudades grandes como Sao Paulo, donde el favorito es Joao Doria, un empresario que fue conductor de la versión brasileña de "The Apprentice", el reality show de Donald Trump. Doria se prometió a revolucionar la forma de hacer política mediante el empleo de métodos de eficiencia empresarial.
Los candidatos más tradicionales, como el alcalde de Sao Paulo Fernando Haddad, solo esperan obtener suficientes votos para forzar una segunda vuelta en las próximas semanas.
En Río de Janeiro, el favorito es el senador Marcelo Crivella, un pastor evangélico que ha competido y perdido en elecciones anteriores para alcaldes y gobernadores. Conocido por cantos religiosos en YouTube con títulos como "Jesús cura" y "Soy Israel", Crivella parece estar recibiendo más apoyo en esta ocasión.
"Todos los candidatos son débiles a excepción de Crivella. Él es el único que podría hacer lo que ha prometido", opinó Jayr Silva, un ingeniero mecánico de 70 años de edad. Agregó que se sintió atraído por Crivella debido a toda la corrupción que a su juicio generaron los 13 años que el Partido de los Trabajadores de Rousseff estuvo en el poder.
El Senado destituyó a Rousseff en agosto por trasladar ilegalmente fondos entre diversos presupuestos federales. Ella niega que haya hecho algo inapropiado y asegura que las elites sociales tratan de derogar las conquistas sociales que trajo su partido izquierdista.
jlcg