El cohete Larga Marcha-2F despegó sin problemas a las 07:30 GMT (23:30 GMT del domingo) desde el centro de lanzamientos de Jiuquan (provincia de Gansu) con destino a la órbita terrestre, donde en dos días está previsto que se acople al laboratorio espacial.
Esta es la sexta misión que el gigante asiático envía al espacio con astronautas a bordo, tras las cinco que se lanzaron entre 2003 y 2013, y será, si se cumplen los planes, la más larga.
Los dos astronautas permanecerán un total de 33 días en órbita, frente a los 15 de la misión previa, la Shenzhou-10: dos para alcanzar la órbita del laboratorio, 30 dentro y uno más para regresar.
El veterano Jing, de 50 años y en su tercer viaje espacial tras los completados a bordo de la Shenzhou-7 (2008) y Shenzhou-9 (2012), comanda la nave, con el debutante Chen, de 37 años, como acompañante.
La logística del lanzamiento fue similar a las de los despegues de las misiones previas que China había realizado con tripulación, aunque hubo cambios en los sistemas internos de la nave y en la preparación de los astronautas, pensando en la mayor duración de su viaje, explicaron este domingo los responsables del proyecto.
A pesar de que las últimas naves espaciales tripuladas del gigante asiático partieron con tres astronautas, en esta ocasión se prefirió reducir el equipo de abordo para alargar su estancia.
El principal objetivo de la Shenzhou-11 es verificar el correcto funcionamiento de los sistemas del laboratorio Tiangong-2 y comenzar los preparativos para la futura estación espacial china, que las autoridades confían tener operativa hacia 2022.
Además, Jing y Chen realizarán experimentos científicos, entre ellos algunos proyectos en colaboración con instituciones académicas extranjeras y otros propuestos por estudiantes de secundaria de Hong Kong, sobre medicina, física espacial o botánica, junto con observaciones espaciales y mecánicas.
*Con información de EFE
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