Ni la lluvia despiadada, ni el frío de la madrugada ni el cansancio pudieron borrar la emoción en el rostro de miles de personas de Villa Cura Brochero que se agolparon en las calles para seguir en directo por las pantallas de televisión la canonización del primer santo argentino.
Es en este poblado de Argentina donde pasó gran parte de su vida José Gabriel Brochero, el "cura Gaucho", canonizado por el papa Francisco el domingo, uno de sus ciudadanos más ilustres.
Entre 20 mil y 30 mil personas, según la prensa local, se congregaron la noche del sábado para comenzar los actos en homenaje a este ahora santo, participar de esta especial vigilia y poder seguir en directo la ceremonia del domingo en la mañana en Roma.
El presidente de Argentina, Mauricio Macri, acompañado de una parte de su gabinete y autoridades locales argentinas, estuvieron presentes en la ceremonia en la Santa Sede.
"Es un día de mucha emoción para todos los cordobeses y para todos los argentinos, porque nuestro cura Gaucho ha sido declarado santo", declaró el gobernador Juan Schiaretti desde la Plaza de San Pedro, donde se veía una abrumadora cantidad de banderas argentinas.
La emoción en Villa Cura Brochero llegó a su punto álgido cuando en la Plaza de San Pedro se mencionó el nombre de Brochero por primera vez y también cuando el niño al que se atribuye el primer milagro del santo, Nicolás Flores, subió con flores al altar. Ahí las lágrimas, gritos de alegría y aplausos de la multitud canalizaron la emoción compartida de un pueblo que vivía su jornada más histórica.
"Es una imagen a imitar, un modelo a seguir", dijo a la agencia oficial Télam el vicegobernador de Córdoba, Martín Llaryora, desde Villa Cura Brochero.
Velas encendidas para la vigilia, sacos de dormir, mates y bombillas, acampaban a sus anchas en algunas zonas del poblado, que vio rebasada su capacidad habitual por ser el lugar donde el "cura Gaucho" realizó muchas de sus labores y dejó un importante legado todavía vivo para muchos de sus habitantes.
pmba