El Tribunal Superior de Cataluña decidió hoy enviar a juicio al expresidente de esa región española Artur Mas por los delitos de desobediencia grave y prevaricación por celebrar una consulta soberanista en 2014 que había sido suspendida por el Constitucional.
En el mismo auto, el tribunal lleva a juicio a las exintegrantes del gobierno regional catalán Irene Rigau y Joana Ortega.
El 9 de noviembre de 2014 los independentistas catalanes celebraron una consulta informal destinada a preguntar si los ciudadanos de esa región querían la independencia respecto al Estado español.
Aunque la iniciativa había sido considerada ilegal por el Constitucional, los promotores dispusieron urnas a las que acudieron unos dos millones de catalanes (la población de la región es de 7,5 millones).
Los magistrados han dictado el auto de apertura oral para esos tres antiguos integrantes del Ejecutivo catalán por dos delitos y ha descartado que los encausados incurrieran en otro de malversación de caudales públicos, como el que planteaba la acusación popular y que puede comportar penas de prisión.
A principios de octubre la Fiscalía española pidió diez años de inhabilitación para Artur Mas por celebrar esa consulta ilegal.
El sustituto de Mas en el Gobierno regional catalán, Carles Puigdemont, del mismo partido, tiene previsto convocar una nueva consulta en septiembre de 2017, que a diferencia de la de 2014 tendría una pregunta directa de "sí o no" a la independencia.
Puigdemont pretende que el Gobierno central español acuerde los términos de esa consulta.
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