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Madrid.—Felipe VI de España anunció ayer una ronda de encuentros con los partidos políticos el 24 y 25 de octubre, en la última oportunidad de formar un gobierno antes del 31 de octubre. Si se llega a esa fecha sin haber aprobado un presidente, serán convocadas de forma automática unas terceras elecciones consecutivas.
El país lleva una semana atento a la batalla al interior del Partido Socialista (PSOE) luego de que una rebelión tirara al líder de la formación, Pedro Sánchez. Ahora, una gestora debate si sus diputados en el parlamento se abstendrán en la votación, lo que facilitaría la conformación de un nuevo gobierno del conservador Partido Popular (PP), de Mariano Rajoy.
Los dirigentes críticos que depusieron a Sánchez por sus acercamientos a la izquierda de Podemos son defensores de esta opción, pero es muy impopular entre los militantes y podría propiciar una división socialista.
El rey se ha mantenido en un segundo plano a la espera de que el PSOE decida si apoyará a Rajoy, para que presida el país. Con esta ronda de consultas se busca que el monarca proponga un candidato a la presidencia del gobierno que cuente con los apoyos necesarios. Así, Felipe VI obliga a que los socialistas celebren un Comité federal antes del 24 de octubre, (probablemente será el día 23) para aclarar su estrategia.
Tras la ronda, con toda seguridad Rajoy aceptará la petición del rey de que se presente a la votación del Congreso como candidato a presidente. La experiencia de este año en el que ya se han celebrado dos elecciones hace pensar que el pleno se convocará el día 27. En una primera votación de los diputados, Rajoy necesita 176 votos a favor, pero sólo cuenta con los 170 de su partido y Ciudadanos. Sin embargo, en un segundo escrutinio, 48 horas más tarde, el reglamento estipula que ya sólo necesitaría más votos por el “sí” que por el “no”, por lo que la abstención de los socialistas le bastaría para formar gobierno.
