Puerto Príncipe.— Las autoridades de Haití comenzaron ayer a enterrar a decenas de las víctimas que dejó el huracán Matthew en fosas comunes debido a la descomposición de los cuerpos, ante la amenaza de la propagación del cólera en el país.
El entierro en fosas comunes tiene lugar en algunas áreas, como Jeremie, una ciudad de unas 30 mil personas, informó Kedner Frenel, un funcionario del gobierno central en la región de Grand Anse, suroeste de Haití.
Frenel manifestó que hay una gran preocupación por el cólera que se ha extendido en el suroeste del país. Ayer se informó que medio centenar de personas recibían atención contra el cólera en el hospital de Saint Antonie, de Jeremie, y otras 20 se encontraban en observación para confirmar si padecen la enfermedad.
En el centro de atención, donde se trata a todos los enfermos de cólera de Jeremie, no hay forma de encontrar a un responsable que aporte cifras oficiales sobre la incidencia de la enfermedad. Sólo Samuel, un voluntario, aportó información. Comentó que se está atendiendo a 56 personas y que hay una veintena cuya evolución determinará si padecen o no cólera.
Discrepancia en número de muertos. Entretanto, las cifras de víctimas son dispares, puesto que Protección Civil reportó ayer 372 muertos, cuatro desaparecidos, 246 heridos y 175 mil 509 personas en albergues, pero agencias internacionales dan cuenta de más de mil fallecidos.
El gobierno haitiano no ha podido establecer contacto con varias localidades del sur, por lo que todavía no se han podido cuantificar los daños causados por Matthew.
Sin embargo, aseguró que la situación es catastrófica en el sur del país y solicitó ayuda internacional, que empezó a llegar a la isla. Mientras tanto, cientos de haitianos cruzaron a territorio dominicano para comprar alimentos, medicinas y otros productos que comienzan a escasear tras el paso del huracán.
Suben decesos en Estados Unidos. En la Unión Americana la cifra de muertos por el huracán subió a 20. Pat McCrory, gobernador de Carolina del Norte, dijo que 10 personas murieron en el estado, que se suman a otras cuatro reportadas en Florida, tres en Georgia y tres más en Carolina del Sur, por autoridades locales. Mientras subían de nivel las inundaciones causadas por el huracán, al menos una ciudad de Carolina del Norte parecía estar cerca del caos, su estación de policía estaba cerrada y las autoridades temían que otras comunidades pudieran terminar de la misma manera.