Un grupo de casi 200 bailarines, vestidos con saco y pantalón, tomaron por sorpresa la plaza de Union Square, en Nueva York, para bailar “Can't stop the feeling” de Justin Timberlake. ¿El propósito? Dar una especie de homenaje a Hillary Clinton -y a sus conocidos trajes unitono de saco y pantalón- y apoyar la campaña demócrata rumbo a la Casa Blanca.
Fue así que los transeúntes de la Gran Manzana se toparon con un colorido y animado baile que, según Celia Rowlson-Hall, una de los coreógrafos detrás de la idea, busca “llevar algo de humanidad a su campaña, porque creo que la humanidad, el amor y el humor tienden a perderse en el calor de toda esta campaña”.
“Sentíamos que necesitábamos hacer algo para impactar esta elección, así que hicimos un video”, dijo Rowlson-Hall.
El video fue publicado en las redes sociales por “Humanity for Hillary” (Humanidad por Hillary), una campaña impulsada por artistas para apoyar la campaña de la candidata demócrata a la Presidencia de EU. En sólo unos cuantos días, el clip ha reunido casi 3.5 millones de reproducciones y ha sido impulsado en las redes con el hashtag #Pantsuitpower y #FlashmobForHillary.
“Bailamos porque el amor es amor, porque las vidas de los negros importan, porque el cambio climático es real, porque los derechos de las mujeres son derechos humanos, porque los migrantes hacen grande a EU, porque cada voto importa”, se lee en el video al finalizar el baile.
La idea, la planeación y la ejecución tomó sólo una semana, cuando Rowlson-Hall, coreógrafa de NY de 32 años que trabaja en el set de la serie “Girls” de HBO y otros shows de TV, y su amigo y también coreógrafo, Crishon Landers, idearon el baile para apoyar a Hillary.
Ambos señalan que idearon la coreografía en unas cuatro horas, utilizando movimientos simples y claros tomados del hip hop, el ballet y la danza moderna. Cada uno lleva un mensaje: Los puños en alto recuerdan al movimiento #BlackLivesMatter (Las vidas de los negros importan), los brazos y rostros apuntando al cielo representan la energía solar, las caderas girando simbolizan los derechos reproductivos.
En uno de los momentos más calmados y emocionales de la canción, los bailarines ponen una rodilla en el piso, evocando el movimiento que realiza el quarterback de los 49ers de San Francisco, Colin Kaepernick, cuando se toca el himno nacional en los juegos de la NFL para protestar contra la brutalidad policíaca en EU.
Muchos de los bailarines que participaron son profesionales, pero también hubo oficinistas, amas de casa y niños que se unieron a la convocatoria en las redes sociales que pedía a "todoa esa gente divertida que no quieren ver a este país dirigido por Donald Trump". Algunos de los trajes utilizados fueron donados, pero la mayoría los llevaron los participantes.
Los productores del video temían que la policía llegara y los desalojara, pues no tenían permiso para grabar en Union Square. Tampoco sabían si Justin Timberlake les permitiría hacer uso de su canción. Intentaron contactarse con su representante, pero no obtuvieron respuesta; sin embargo, hasta el momento el cantante no se ha pronunciado respecto al video.
Hillary Clinton y su equipo de campaña tampoco han comentado al respecto.
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