Al menos 14 personas murieron y otras 36 resultaron heridas hoy después de que varios insurgentes abrieran fuego en el interior de un templo de la minoría musulmana chií en Kabul, donde una multitud de fieles celebraban una de sus festividades más importantes, informaron fuentes oficiales.


"Según la información disponible, 14 personas, incluido un policía, murieron y otras 36 personas, entre ellas tres policías, resultaron heridas", declaró a Efe el portavoz del Ministerio de Interior afgano, Sediq Sediqqi.


El portavoz aclaró además en su cuenta oficial de Twitter que el ataque concluyó con la muerte de al menos "un terrorista que tomó parte" en la acción insurgente.


Un miembro del servicio de emergencias del Ministerio de Interior, que solicitó el anonimato, había explicado con anterioridad a Efe que al menos dos insurgentes abrieron fuego contra los fieles congregados en el templo.


Al conocerse la entrada de los insurgentes en el recinto religioso, una veintena de ambulancias se situaron en el exterior del templo para trasladar a los heridos, anotó a Efe un portavoz del Ministerio de Salud Pública afgano, Ismail Kawusi.


Según Kawusi, el total de heridos trasladados a los hospitales fue de 43, entre ellos varias mujeres y niños.


El templo donde se produjo el ataque es conocido como Karti-e-Sakhil, uno de los centros religiosos más importantes para los chiíes en Afganistán y donde miles de personas se encontraban reunidas para celebrar la festividad musulmana de Ashura.


La Policía de Kabul, que acordonó el área de inmediato, había aconsejado la semana pasada a los miembros de la comunidad chií en la capital afgana que evitasen participar en eventos públicos como marchas o rezos ante posibles ataques.


El presidente afgano, Ashraf Gani, condenó en un comunicado el ataque al templo, que calificó de "acto inhumano", y ofreció sus condolencias a las familias de las víctimas.
Gani declaró que aquellos "terroristas" que atentan contra fieles musulmanes en el nombre del islam "no tienen fe ni en el islam ni en sus valores" y solo buscan romper la unidad entre los miembros de las comunidades chií y suní en Afganistán.


La comunidad chií es una de las más castigadas por los atentados terroristas en Afganistán.


En julio, un ataque de miembros del grupo yihadista Estado Islámico contra manifestantes de la minoría chií hazara acabó con la vida de 80 personas y dejó más de 200 heridos.

jlcg

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