El día después de que Donald Trump Jr., uno de los hijos del magnate, advirtió a la mexicana Astrid Silva de una posible deportación si su padre llega a la Casa Blanca, la famosa indocumentada de Nevada urgió hoy a los estadounidenses a optar por Hillary Clinton el 8 de noviembre.
Preguntado el jueves por el caso concreto de Silva, quien alcanzó gran popularidad después de que el presidente, Barack Obama, la mencionó en un discurso, Trump Jr. respondió: "Posiblemente sea una buena chica. De acuerdo, lo entiendo. Pero las cosas se tienen que hacer bien".
En esa misma entrevista con News 3, la afiliada de NBC en Las Vegas, el hijo del magnate había afirmado que "todos" los inmigrantes deben "pasar por el mismo proceso" legal para ser aceptados en el país.
Hoy, en un comunicado, Silva consideró los comentarios de Trump Jr. "ofensivos" y "aterradores" no solo para ella, sino para todas las familias de indocumentados del país.
"Él no conoce a mi familia, pero se siente más que cómodo al seguir los pasos de su padre y demonizar a los inmigrantes indocumentados como un peligro para este país que amamos", dijo la joven de 28 años, quien ingresó a Estados Unidos con tan solo cuatro.
"Donald Jr. confirmó lo que yo ya sabía: Donald Trump creará una fuerza de deportación para acorralarme, detenerme y deportarme a mi y a mi familia. Eso es aterrador y le tomo la palabra", añadió.
El 20 de noviembre de 2014, Obama mencionó a Silva en un discurso destinado a proclamar unas medidas migratorias para frenar la deportación de casi cinco millones de personas y que nunca llegaron a entrar en vigor.
La joven, hija de un jardinero y una empleada del hogar, se convirtió en una estudiante brillante y logró entrar en una escuela de tecnología a espaldas de sus padres, quienes temían que alguien descubriera que era indocumentada.
Silva participó en la pasada Convención Nacional Demócrata de Filadelfia que proclamó a Clinton como candidata para combatir el mensaje contra los indocumentados de Trump.
Trump ha prometido que, de llegar a la Casa Blanca en enero, deportará a los once millones de indocumentados que viven en el país.
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