El secretario del Estado vaticano, el cardenal Pietro Parolin, elogió la "lealtad, dedicación y profesionalidad" que en estos tiempos de "máxima vigilancia" muestran los agentes de la Guardia Suiza y de la Gendarmería vaticana, ambos responsables de garantizar la seguridad.
Parolin realizó estas reflexiones durante una homilía que pronunció con motivo del Jubileo de la Guardia Suiza y de la Gendarmería vaticana en la plaza de San Pedro del Vaticano.
Durante esta celebración, el cardenal aplaudió "la lealtad, dedicación, profesionalidad y espíritu de sacrificio" que muestran "todas las personas que con su trabajo diario garantizan la seguridad en el seno del Estado de Ciudad del Vaticano, especialmente en tiempos en los que es necesaria la máxima vigilancia".
Paroli dijo que desde hoy los guardias suizos y los gendarmes tienen nuevas armas para desarrollar mejor su trabajo, un arsenal que se compone del "pan y el vino eucarístico, algunas palabras de vida, un pequeño rosario y una puerta santa para cruzar".
Estas, apuntó, "son las armas de Dios, disponibles y asequibles para todo el mundo, aparentemente débiles, pero más fuertes que toda la astucia humana y todos los obstáculos".
El Jubileo Extraordinario de la Misericordia se celebrará hasta el próximo 20 de noviembre y ya ha acogido en Roma a más de 15 mil peregrinos, según cifras oficiales.
pmba