El presidente François Hollande dejó abierta la puerta a una nueva candidatura para un segundo mandato en un combativo discurso pronunciado hoy ante las actuales exigencias de la derecha por crear leyes antiterroristas más duras.
El socialista criticó duramente al ex presidente Nicolas Sarkozy, quien pretende volver el año que viene al Palacio del Elíseo. Francia interpreta el desquite general con la oposición como señal de que Hollande se está preparando para una nueva campaña electoral.
El jefe del Estado, que está obteniendo malos resultados en los sondeos, anunció que decidiría a finales de año si se presentaría a las elecciones de abril y mayo de 2017.
Sin embargo, Hollande dijo ahora en un discurso sobre terrorismo que no permitirá "que se dañe la imagen de Francia, el carisma de Francia y la influencia de Francia en los próximos meses o años".
Se presentó como defensor del Estado de derecho y advirtió sobre la estigmatización de los musulmanes debido al terrorismo islamista. "No, los principios de la Constitución no son 'sutilezas jurídicas", dijo refiriéndose a las declaraciones de Sarkozy tras el ataque de Niza. "Nuestras leyes son suficientes, deben ser aplicadas".
Hollande, rechazó la idea de una nueva ley que prohíba el "burkini" en todo el país exigida por la oposición conservadora y dijo que durante su mandato no habría ninguna nueva "legislación ocasional". Una ley así sería inaplicable e inconstitucional, dijo.
Hollande emprendió el curso hacia las elecciones presidenciales, escribió el presidente del partido socialista, Jean Christophe Cambadélis, en Twitter. "Listo para la lucha por defender una idea concreta de Francia".
El partido conservador de Sarkozy, Los Republicanos, elegirá a sus candidatos en unas primarias en noviembre.
El Partido Socialista de Hollande realizará la votación a principios del año próximo. Una nueva candidatura de Hollande también es controvertida en sus propias filas, donde se ha granjeado enemigos sobre todo en el ala izquierda por su política de reformas.