El Papa Francisco instó hoy a líderes religiosos judíos, musulmanes y católicos a condenar de forma conjunta y “rotunda” las “acciones abominables” como el uso del terrorismo para sembrar miedo y violencia.
El Papa hizo estas consideraciones al recibir en audiencia privada, en la Sala del Consistorio del Palacio Apostólico del Vaticano, a los participantes en un congreso de lanzamiento de un nuevo Instituto de Diálogo Interreligioso que cuenta con el aval de la Organización de Estados Americanos (OEA).
“Constatamos con dolor que a veces el nombre de la religión es usado para cometer atrocidades y, en consecuencia, las religiones son señaladas como responsables del mal que nos rodea”, dijo el pontífice, hablando en español.
“Es necesario (...) tomar distancias de todo lo que busca envenenar los ánimos, dividir y destruir la convivencia; hace falta mostrar los valores positivos inherentes a nuestras tradiciones religiosas para lograr un sólido aporte de esperanza”, agregó.
En la audiencia participaron representantes de 18 países de América y de las tres religiones monoteístas principales: judíos, musulmanes y cristianos. Además asistieron integrantes de supremas cortes de justicia de varios países.
Por México estuvieron presentes el magistrado Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, presidente de la Sala Primera, y el rabino Marcelo Rittner, de la Comunidad Bet-El.
Estaba prevista la participación del secretario general de la OEA, Luis Almagro, quien debió cancelar de último momento su viaje a Roma por el fallecimiento de su madre.
El encuentro de estos días en el Vaticano se centró en el documento del Papa Francisco “Laudato Sii”, sobre el cuidado del medio ambiente.
“El creyente es un defensor de la creación y de la vida, no puede permanecer mudo o de brazos cruzados ante tantos derechos aniquilados impunemente”, estableció Bergoglio.
Sostuvo que ellos están llamados a defender la vida “en todas sus etapas”, la integridad física y las libertades fundamentales, como la libertad de conciencia, de pensamiento, de expresión y de religión.
Precisó que el mundo constantemente observa a los creyentes para comprobar cuál es su actitud y les pide que colaboren, entre ellos y con todas las personas de buena voluntad, para que den respuestas efectivas a flagelos como la guerra y el hambre, la miseria, la crisis ambiental, la violencia, la corrupción y el degrado moral, la crisis de la familia, de la economía, y sobre todo la falta de esperanza.
“Es fundamental la cooperación interreligiosa, basada en la promoción de un diálogo sincero y respetuoso. Si no existe respeto recíproco no existirá diálogo interreligioso; es la base para poder caminar juntos y afrontar desafíos”, estableció.
lsm