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La ex mandataria brasileña Dilma Rousseff ultimaba hoy su mudanza de Brasilia después de su reciente destitución como jefa de Estado.
Casi una semana tras el final del controvertido juicio de "impeachment" en su contra, Rousseff tenía previsto dejar hoy el Palácio da Alvorada, su residencia oficial en la capital, para trasladarse a Porto Alegre, la ciudad en el sur de Brasil que marcó sus inicios en la política y en la que tiene una casa.
Se espera que se traslade en un avión de la Fuerza Aérea Brasileña, según el portal "O Globo". La mudanza de Rousseff, cuyos costos asume aún el Estado, empezó el lunes.
La red "Globo" mostró imágenes de varios camiones sacando las pertenencias de la ex presidenta de Alvorada, más de tres meses después de que Rousseff tuviera que mudarse también de la sede oficial de la presidencia, el Palacio de Planalto.
La política del izquierdista Partido de los Trabajadores, suspendida en mayo por acusaciones de que su gobierno manipuló las cuentas públicas para ocultar el déficit fiscal, fue destituida el 31
de agosto tras cinco años y medio en el cargo.
Su vicepresidente, el conservador Michel Temer, asumió entonces formalmente la presidencia hasta las elecciones de 2018.
Según "O Globo", Rousseff hizo un catálogo detallado de los objetos que dejaba antes de dejar Alvorada para evitar roces con el nuevo Gobierno.
La ex presidenta debe dejar los regalos que recibió mientras estaba en el cargo, aunque tiene derecho a mantener a ocho servidores públicos, entre otras funciones para su seguridad personal.
Rousseff rechaza el juicio político en su contra y acusa a su ex aliado político de "usurpar" la presidencia.
La ex mandataria califica también de "golpe parlamentario" el controvertido proceso legal que la sacó del poder.
El "impeachment" es cuestionado porque Rousseff fue destituida por irregularidades que ya se habían dado en gobiernos anteriores.
La ex militante de grupos de izquierda clandestinos en los años 60 sostuvo también que seguirá activa en política, aunque no ha anunciado hasta ahora ninguna candidatura a un cargo público.
Según medios brasileños, Rousseff, de 68 años, está considerando vivir parcialmente en Río de Janeiro, una de las ciudades más importantes del país, donde su madre tiene una casa.
jlcg