Managua.— La familia Ortega Murillo tiene predilección por la palabra canal. Por algo, controla el negocio para la construcción de un canal interoceánico en Nicaragua, acapara el mando en los canales nicaragüenses de televisión y sus repetidoras, y domina los canales nacionales de distribución de combustibles derivados del petróleo.

El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, y su esposa, Rosario Murillo, desplegaron el timón de sus negocios en sus hijos: Rafael, Carlos Enrique, Daniel Edmundo, Juan Carlos, Laureano, Maurice, Camila y Luciana.

La más reciente declaración de probidad del presidente es de 2002, y únicamente registra bienes por 217 mil 943 dólares. Sin embargo, desde la campaña presidencial de 2006 se moviliza en cuatro camionetas, valoradas en al menos 125 mil dólares cada una.

Sin embargo, un fantasma persigue al mandatario, que como nuevo rico puede sentarse a negociar en igualdad de condiciones con el gran capital nicaragüense.

Tras ser el líder de la revolución sandinista que gobernó Nicaragua de 1979 a 1990, primero como coordinador de una junta y luego como presidente electo en comicios, Ortega fue parte de lo que se conoce como “La Piñata”: antes de ceder el poder, los comandantes sandinistas —entre ellos Ortega— se repartieron mansiones de lujo, tierras, empresas, cuentas bancarias, fincas, cooperativas, automóviles y demás propiedades y bienes, y se convirtieron en los nuevos millonarios de Nicaragua.

Un viejo refrán famoso en la nación, y que se atribuye al general Anastasio Somoza García, fundador de la dictadura instalada en 1934 en este país (derrocada en 1979) y asesinado en 1956, dice: “Si se va a comer el pollo, no enseñe las plumas”.

Por eso, el ahora gobernante prefirió delegar en sus hijos. Laureano, asesor de inversiones, controla el proyecto para construir el Gran Canal de Nicaragua, una vía acuática que uniría a los océanos Atlántico y Pacífico y partiría en dos al territorio nicaragüense y cuya edificación fue concedida a la compañía HKND Group, que es propiedad del empresario chino Wang Jing.

Rafael colocó a su esposa, Yadira Leets Marín, como gerente de la Distribuidora Nicaragüense de Petróleo (DNPetronic), que es la que canaliza la venta de derivados del petróleo en una cadena de estaciones. DNP tiene un negocio en el que Venezuela todavía es el principal proveedor de crudo, con un mecanismo en el que se paga la mitad con crédito blando a 25 años plazo y el resto con exportaciones de productos nicaragüenses al mercado venezolano.

Los otros hijos están en los canales televisivos. Maurice, Camila y Luciana en el 13, Carlos Enrique y Daniel Edmundo en el 4 y Juan Carlos, publicista y con una compañía que surte a los medios de su familia, está en el 8.

Un informe de Confidencial, uno de los principales medios de comunicación de Nicaragua, precisó que de los nueve canales de televisión abierta, la familia Ortega Murillo controla los canales 4, 8 y 13 y el 6, que es estatal, mientras que su socio accionista, el magnate mexicano Angel González, tiene cuatro —10, 9, 11 y 2— y las frecuencias 17, 19, 25, 32, 33, 38. El canal 12 es el único independiente.

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