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Buenos Aires.— En la mayor movilización que ha enfrentado el presidente Mauricio Macri en 10 meses de gestión, los sindicatos más combativos y grupos de izquierda amenazaron ayer con profundizar las protestas callejeras si no cambia el rumbo de su política económica. La advertencia podría desalentar las inversiones que el gobierno busca atraer.
Convocada por la Central de Trabajadores de Argentina (CTA), la denominada Marcha Federal comenzó el miércoles en distintos puntos del país y confluyó ayer en la Plaza de Mayo, bajo la consigna “Contra los despidos, el ajuste y el tarifazo”, en referencia al incremento de las tarifas de los servicios públicos.
“O cambia la política económica o acá va a haber lucha todo el tiempo, con paros y movilizaciones a lo largo y ancho del país”, advirtió Pablo Micheli, uno de los líderes de la CTA.
El presidente va por el mundo diciendo: ‘Vengan a Argentina que ahora estoy yo y se van a hacer la América. Van a poder reducir los costos laborales’. Y acá estamos para decirles con unidad y lucha que no van a venir en esas condiciones”, afirmó.
Los organizadores de la marcha advirtieron que convocarán a una huelga general, la cual podría tener el apoyo de las principales centrales sindicales del país, aunque no precisaron una fecha.
“Empezó la cuenta regresiva para el paro nacional de las cinco centrales de trabajadores para decirle al gobierno: ‘Hasta acá llegó el ajuste’. A partir de acá discutimos la agenda de los trabajadores”, indicó Hugo Yasky, otro de los líderes de la CTA.
Expertos señalan que la inflación sigue siendo el principal problema del país, aunque se ha desacelerado levemente. En julio fue de 2% respecto al mes anterior, pero economistas privados barajan una proyección anual de entre 46% y 47%. El índice de desempleo aumentó a 9,3% en el segundo trimestre, lo que supone que 1.16 millones de personas no tienen trabajo.
Gobierno defiende cambios. Ante el descontento social, el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, dijo que el gobierno entiende las “dificultades” que sufre el país, pero aseveró: “Éste es un momento de sinceramiento y una transición en la cual estamos trabajando para que sea lo más breve posible, para conseguir los resultados del crecimiento de la economía y [que] tenga impacto en el empleo”.
“Eso es parte de la tarea común que hacemos en el diálogo con los sectores sindicales y también con los políticos a través del Congreso”, remarcó.
Sobre la marcha de ayer comentó que tiene una finalidad clara: “Alguna con más tinte político o ideológico que otra, pero más allá de todo eso es una Argentina donde se permite el disenso, donde hay oportunidades de expresarse, y eso es lo que nos parece que va a pasar.
“Entendemos las dificultades que muchos de esos sectores plantean. Son las mismas que hemos hablado con la CGT”, indicó Triaca y destacó que el gobierno ha avanzado “en un entendimiento sobre la situación de la inflación y el impacto que tiene sobre el poder adquisitivo.
“Es importante resaltar que estamos en un proceso en el que en los últimos cuatro meses ha bajado consistentemente la inflación y creemos que esto va a seguir en ese sendero”, dijo.