Las fuerzas del orden italianas arrestaron hoy a 16 personas y confiscaron bienes por 18 millones de euros, durante un operativo realizado contra la Camorra, la mafia napolitana, informó un comunicado.
En particular, los detenidos formaban parte del clan de los Casalesi, que imponía a comerciantes de la sureña provincia de Caserta la compra del pan producido por el empresario Gianni Morico, quien también usaba los servicios de sicarios para realizar extorsiones.
Según la acusación, el clan obligaba a comerciantes y restaurantes de las localidades de Grazzanise, Cancello ed Arnone, Pastorano, Santa María Capua Vetere, Sparanise, Teano y Giugliano, a adquirir solamente el pan de Morico.
El empresario también prestaba sus oficinas para numerosas reuniones del clan mafioso, en particular de la facción del “capo” Michele Zagaria, actualmente en prisión, y cuyo comando había quedado en manos de su chofer Nicola Del Vilano y de su primo, Pasquale Fontana.
En el operativo fueron confiscados bienes por 18 millones de euros y clausuradas diversas sociedades y actividades empresariales que el grupo mafioso usaba para manejar el monopolio de la distribución del pan y otros productos alimentarios en la provincia de Caserta.
Las órdenes de arresto y de confiscación fueron emitidas por el juez de indagaciones preliminares del Tribunal de Nápoles, bajo pedido de la Dirección Distrital Antimafia local.
En tanto el juez de audiencias preliminares del Tribunal de Milán, Gennaro Mastrangelo, sentenció este miércoles a penas carcelarias de 12 años y tres meses, y 10 años y ocho meses a los mafiosos Vincenzo Guida y Alberto Fiorentino, miembros del clan “La Nueva Familia” de la Camorra.
Los dos hombres fueron acusados, en particular, de la creación del presunto “banco de la Camorra”, con sede en Milán, y al que empresarios y comerciantes en dificultades pedían préstamos que alcanzaban tasas de interés de más del 40 por ciento.
Los dos hombres fueron acusados de usura de lavado de dinero. Asimismo, el juez Mastrangelo sentenció a penas de entre dos y cuatro años de cárcel a cómplices de los principales imputados.
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