Beirut.— Los bombardeos de ayer contra los barrios asediados de la ciudad siria de Aleppo (norte) dejaron fuera de servicio uno de los hospitales de esta parte de la población, deteriorando aún más la precaria situación médica en la zona.

El centro atacado es el hospital Omar bin Abdelaziz, en el distrito de Maadi, en el este de la urbe, que está en poder de la oposición y cercada por los efectivos gubernamentales.

En declaraciones por teléfono, el activista Abu Muyahed al Halabi, de la opositora Red Sham, explicó desde Aleppo que aviones rusos tuvieron como blanco esta instalación, donde sólo hubo “heridos leves”.

Sin embargo, la acción ocasionó tales daños materiales en el edificio que el hospital ha suspendido su actividad.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos confirmó un bombardeo por parte de aviones de combate y helicópteros no identificados contra el lugar y apuntó que podría haber quedado fuera de servicio.

Este punto médico no fue el único centro sanitario atacado ayer en la parte oriental de Aleppo, donde también hubo bombardeos en las inmediaciones del hospital M2, también ubicado en los distritos asediados, donde tan sólo hubo un herido.

No obstante, los ataques aéreos en esa área destruyeron un instituto médico dedicado a la formación de facultativos y enfermeras que se localiza justo enfrente del hospital, dijo Mohamed Zein Handaqani, uno de sus responsables. Agregó que por fortuna no hubo víctimas porque las clases aún no han comenzado.

Handaqani subrayó que actualmente sólo hay cuatro hospitales abiertos en la mitad este de Aleppo y que en los últimos días no dan abasto para atender a los heridos.

Un panorama parecido describió el portavoz del Consejo de la Provincia de Aleppo Libre, Abu Zaer al Halabi, cuyo organismo se encarga de la administración de las áreas bajo dominio rebelde de la urbe.

“Muchos hospitales han tenido que parar de trabajar, hay pocos medios y médicos, y no se llevan a cabo operaciones porque los quirófanos no están equipados”, detalló.

Por este motivo, destacó, “muchos heridos graves acaban muriendo, puesto que no se les puede proporcionar el tratamiento adecuado”.

El pediatra sirio Abd Arrahman, representante de la Asociación Médica Siria, declaró que sólo 30 doctores siguen vivos en la sección este de la ciudad de Aleppo.

Entre los médicos sobrevivientes hay sólo dos pediatras, además de cuatro obstetras, escasas enfermeras y se carece del material esencial para atender a los heridos de los bombardeos. Aparte de los ataques aéreos a centros sanitarios, hubo acciones contra los distritos de Qadi Askar, Karam Humad, Al Misir, Al Helik, Bab al Hadid, Al Kalasa y Bustan al Qasr, donde, de acuerdo con el recuento del Observatorio, hubo al menos doce fallecidos.

Además, dos hermanos menores de edad y otros tres niños perecieron en Jan al Asad, al oeste de Aleppo, por la explosión de varios cohetes.

Obama, “muy preocupado”. Entretanto, el mandatario estadounidense, Barack Obama, dijo ayer que “está muy preocupado” por la situación en Aleppo. Además, acusó al gobierno de Bashar al-Assad y a su aliado Rusia de llevar adelante “una campaña concertada para bombardear civiles” en Siria.

El ministro sirio de Relaciones Exteriores, Walid al Moallem, afirmó que la tregua impulsada por Estados Unidos y Rusia “no ha muerto”, a pesar de los intensos bombardeos sirios de los últimos días sobre Aleppo.

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