La muerte de 15 candidatos a ediles y concejales en Río de Janeiro en los últimos meses ha puesto en alerta a las autoridades electorales de Brasil, que temen que estos crímenes se deban a luchas de poder ante los próximos comicios.

En la víspera, fue asesinado, en la sede de su comité electoral, Marcos Vieira Souza, candidato a concejal en Río de Janeiro por el Partido Progresista y figura pública por presidir la escuela de samba de Portela, una de las más célebres de la ciudad.

Dos hombres encapuchados y armados entraron en la sede del comité, en la zona norte de Río, y lo asesinaron a quemarropa antes de escapar sin herir a ninguna de las otras personas presentes en el local en el momento del crimen.

De 52 años, Vieira Souza era subteniente de la policía militar y se sospecha que tenía vínculos con la milicia criminal, aunque no se descarta que su asesinato se deba a motivos políticos.

En total son 15 los ediles y concejales que han sido asesinados desde mediados de 2015 en la Bajada Fluminense, una zona periférica al norte y oeste de Río de Janeiro, dominada parcialmente por la criminalidad y de gran importancia electoral por sus 3.6 millones de habitantes.

La policía asegura que la mayoría de esos crímenes no se debe a cuestiones políticas, sino a motivos pasionales o a luchas entre facciones criminales opuestas, pero en algunos municipios fluminenses como Magé –una zona de pescadores- las batallas políticas en elecciones desde 1997 suman ya una decena de candidatos y políticos muertos.

En Magé, por ejemplo, el precandidato del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB, derecha) este año se retiró de la contienda electoral para ser edil, por temor a sufrir la misma suerte de un concejal en el estacionamiento de la cámara municipal y de una precandidata a edil.

La violencia de los crímenes perpetrados en los últimos 10 meses hizo que el Supremo Tribunal Electoral de Brasil pidiera al gobierno federal que pospusiera la salida de las Fuerzas Armadas desplegadas en Río para los Juegos Olímpicos, con el objetivo de garantizar la seguridad en el primero y segundo turno de los comicios (2 y 30 de octubre, respectivamente).

Ello para evitar situaciones como las sucedidas en 2012 y 2014, cuando algunos candidatos fueron impedidos por los grupos criminales de hacer campaña en ciertas regiones o incluso se obligó a electores a votar por determinado candidato.

Más de 144 millones de electores están llamados a las urnas este domingo para elegir a sus alcaldes y vicealcaldes en decenas de ciudades por todo el país, mientras el próximo 30 se celebrará el segundo turno en las urbes con más de 200 mil electores como Río o Sao Paulo.


pmba

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