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El gobierno italiano anunció hoy que el 4 de diciembre se celebrará el referéndum sobre la aprobación de la reforma constitucional para modificar el Senado, una medida crucial para su primer ministro, Matteo Renzi, que ha vinculado el resultado a su continuidad.
El Ejecutivo de Renzi ha fijado esta fecha en una reunión que ha celebrado el Consejo de Ministros, según confirmó el propio Renzi en un boletín de noticias que envía a sus suscriptores de forma periódica y que publica en redes sociales como en Facebook.
De esta manera, alrededor de 50 millones de italianos estarán llamados a las urnas para aprobar o rechazar esta reforma constitucional que, entre otras cosas, suprime la función legislativa del Senado y que fue aprobada por el Parlamento el pasado 15 de abril.
Para Renzi, esta cita se debe concebir como "un concepto muy simple": Tener presente si se quiere o no "tener un país más estable y más simple".
En el boletín sostiene que el referéndum es "fundamental" y matiza que el resultado "no depende tanto" de sí mismo "sino de todos" los italianos.
Con este mensaje, el primer ministro italiano se distancia para evitar que la consulta se convierta en una votación sobre su gestión, en línea con lo afirmado en agosto cuando reconoció que quizá se había equivocado al "personificar demasiado" el plebiscito.
En un primer momento, Renzi -que desplazó a Enrico Letta como primer ministro sin pasar por las urnas- vinculó el resultado de la consulta a su continuidad al frente del Ejecutivo.
Esta cuestión fue tomada por la oposición como oportunidad para pedir a los italianos que tumben la reforma y demuestren así el rechazo general a sus políticas.
Sin embargo, el órdago que se marcó Renzi podría poner en aprietos a Italia, ya que si pierde, el país sufriría una crisis política que se sumaría a la económica, con la banca ahogada en una ingente cantidad de créditos morosos y con una economía estancada.
Por eso, en los últimos meses Renzi elude centrar el referéndum en su figura y aboga por demostrar que es preciso agilizar el sistema legislativo, que actualmente depende de dos cámaras.
El primer ministro inaugurará previsiblemente la campaña a favor del sí en Florencia el próximo 29 de septiembre, aunque ya hoy pidió la colaboración ciudadana para extender el convencimiento generalizado de que es imprescindible su aceptación.
Además, invitó a quienes lo deseen a realizar contribuciones económicas voluntarias para la campaña de comunicación por el Sí.
La reforma constitucional es una de las más importantes para el Ejecutivo socialdemócrata de Renzi, porque pretende acabar con el bicameralismo perfecto al retirar al Senado la función legislativa.
De ser aprobada, la norma convertirá al Senado en una cámara de representación territorial sin capacidad para legislar, el número de senadores pasará de los 315 actuales a 100, entre consejeros regionales y alcaldes, y no serán elegidos en comicios generales sino durante los regionales.
Tampoco percibirán sueldo por su rango de senadores, pero mantendrán la inmunidad parlamentaria, uno de los aspectos que más ha dividido al panorama político italiano.
Momentos después de dar a conocer la fecha de la consulta, desde el Partido Demócrata (PD, en el gobierno), se han sucedido los mensajes que ponen de relieve la importancia de aprobar la reforma.
"Querida Italia, ¿tienes ganas de cambiar de verdad?", ha escrito el PD en su cuenta oficial de Twitter, la misma red social que ha utilizado el miembro del PD Ettore Rosato para destacar que el plebiscito servirá para "cambiar el país".
"Domingo 4 de diciembre será la ocasión para una Italia más simple. Basta un sí para cambiar", ha dicho por su parte también del PD Andrea Marcucci, también es esa misma red social.
Para el subsecretario de Estado de Justicia, Gennaro Migliore, comienza ahora un periodo de "diez semanas para concienciar" a la gente a favor de la reforma y lograr así "cambiar a mejor el país".
jlcg