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Cartagena de Indias, Colombia.— A los colombianos les falta terminar con la guerra que el insurgente Ejército de Liberación Nacional (ELN), también de origen comunista, como las FARC, inició hace medio siglo.
El ELN, que ayer anunció un cese de hostilidades para permitir el próximo domingo el desarrollo de un plebiscito en el que los colombianos decidirán si aprueban o rechazan el acuerdo con las FARC, y varios gobiernos de Colombia han negociado la paz desde la década de 1990 pero sin éxito, aunque está abierto un proceso con la gestión de Juan Manuel Santos.
Un primer episodio de paz se escribió en 1984 con el Pacto de La Uribe para un cese del fuego y tregua entre las FARC, creadas en 1964, y el gobierno del ex mandatario Belisario Betancur (1982—1986). Las partes acordaron el 28 de mayo de ese año en La Uribe, en el departamento de Meta, buscar un arreglo a un conflicto gestado en demandas socioeconómicas campesinas. Ese pacto, con reformas políticas y socioeconómicas, eludió el desarme de los rebeldes y fracasó cuando Unión Patriótica (UP), que nació tras ese acuerdo, sufrió una avalancha de asesinatos de sus dirigentes.
El centroizquierdista Movimiento 19 de Abril (M-19), que surgió en 1970 para abogar por una transformación constitucional y democrática y que en 1985 dirigió la sangrienta toma del Palacio de Justicia en Bogotá y en 1980 se apoderó de la embajada de República Dominicana en esa capital, se desmovilizó en 1990 y migró a partido político.
El Movimiento Armado Quintín Lame (proindígena), nacido en 1984, se desmovilizó en 1991 al recibir beneficios para 130 guerrilleros y promesas electorales. La siguiente fase fue en 1992 con los Diálogos de Tlaxcala, México. El gobierno del ex presidente César Gaviria (1990—1994) y la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar, que aglutinó a las FARC, el ELN y al Ejército Popular de Liberación (EPL) aceptaron negociar sobre 10 puntos. Las pláticas se rompieron ese año porque el EPL secuestró a un político que pereció en cautiverio. El EPL sufrió deserciones en el decenio de 1990 y se disolvió.
En su turno, el presidente Álvaro Uribe (2002—2010) buscó dialogar con las FARC y el ELN. Como presidente electo, Santos aceptó, en julio de 2010, iniciar tratos secretos con las FARC, lo que condujo a abrir, en 2012 en Cuba, el camino que remató en el acuerdo que será firmado hoy en Cartagena de Indias.