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Bogotá.— El ex presidente colombiano Andrés Pastrana Arango denunció que en el pacto de paz que firmará mañana el gobierno y que negoció de 2012 a 2016 en Cuba para acabar con 52 años de guerra, las insurgentes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) evitaron comprometerse a destapar sus nexos criminales con los cárteles del narcotráfico de México, en especial con el de Sinaloa y con el narcotraficante mexicano Joaquín, El Chapo, Guzmán Loera.
El acuerdo elude referirse a la entrega de “recursos” ganados por las FARC en el narcotráfico, dijo Pastrana, quien gobernó de 1998 a 2002, en una entrevista con EL UNIVERSAL.
Otro vínculo sin aclarar es con el cártel de Los Soles, narcomafia de Venezuela supuestamente integrada por militares de ese país; la guerrilla niega las acusaciones.
¿Aclararon las FARC los lazos que usted denunció tienen con el Cártel de Sinaloa y con Guzmán para traficar drogas?
—Absolutamente nada. En los acuerdos de La Habana un punto es contra el narcotráfico, pero no hay una palabra en la que las FARC digan que van a entregar sus recursos [ganados en el narcotráfico], que van a entregar a sus socios, los cárteles de Sinaloa, de México, y el de Los Soles de Venezuela. No habla de entrega de laboratorios, de rutas y, lo más grave, de recursos.
¿Cree que se retrocede en el combate a las drogas?
—Creo que en el acuerdo casi se están legalizando las drogas, porque el presidente [Juan Manuel] Santos ha dicho que el narcotráfico es un delito conexo. Por lo tanto, los que llevamos tantos años luchando contra la droga no vamos a poder juzgar a ningún miembro de las FARC por narcotráfico al ser un delito conexo. No sé con qué cara nos vamos a presentar a los estadounidenses diciéndoles que durante 15 años [desde 2000], con el Plan Colombia [de lucha contrainsurgente y anticrimen], conseguimos cerca de 15 billones de dólares para combatir al narcotráfico y que ahora es un delito conexo.
¿Qué pasó con la erradicación de los cultivos ilícitos?
—Cuando yo inicio el Plan Colombia con el [entonces] presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, teníamos sembradas cerca de 180 mil hectáreas de hoja de coca. Le dijimos a Clinton que íbamos a comenzar, de manera transitoria y con mucha fuerza, a erradicar los cultivos de droga. En dos años erradicamos cerca de la mitad de los cultivos ilícitos. El presidente [Álvaro] Uribe continuó con la fumigación [de 2002 a 2010] y llegamos a 40 mil hectáreas. El presidente Santos, por exigencia de las FARC, hace tres años acabó con la fumigación.
En el primer año aumentamos de 40 mil a 90 mil, en el segundo de 90 mil a 150 mil y este año se calcula que llegaremos a las 200 mil hectáreas.
Esto significa que, en tres años, las FARC quintuplicaron los cultivos ilícitos en Colombia y aumentaron sus ingresos en cerca de 60% por la devaluación del peso colombiano frente al dólar. Los acuerdos dicen que no se condena el cultivo ilícito, sino el uso ilícito del cultivo. Eso, diría yo, es la legalización de la droga en Colombia. Santos enterró el Plan Colombia y ya la Casa Blanca calificó al país como el primer productor de coca en el mundo. Eso significa una descertificación [de EU] al presidente Santos y a su gobierno en la lucha contra el narcotráfico.
¿Regresará la erradicación de cultivos a Colombia?
—En el acuerdo de paz se establece que toda erradicación de cultivos se hará de la mano de las comunidades. Si las comunidades deciden no hacerlo, pues no se va a hacer. Santos ha dicho que no va a volver a iniciar la fumigación aérea.