La Unión Europea (UE) advirtió hoy de nuevo contra la celebración este domingo de un polémico referéndum en la República Serbia de Bosnia, que ha causado nuevas tensiones en el país balcánico.


"La única forma para solucionar el asunto es que todos los implicados actúen en un diálogo constructivo y que se eludan todas las declaraciones provocadoras", declaró el jefe de la Delegación de la UE en Sarajevo, Lars-Gunnar Wigemark.


Los serbobosnios están llamados a las urnas para determinar si quieren mantener el 9 de enero como su Día Nacional, en alusión a la fecha de 1992 cuando se proclamó la República Serbia de Bosnia, como integrante de la entonces Yugoslavia.


Wigemark reiteró hoy que se deben respetar las decisiones del Tribunal Constitucional de Bosnia Herzegovina, que ha prohibido la celebración de la consulta tras considerar anticonstitucional la fecha de 9 de enero.


"El hecho de que algunas otras decisiones (de la Corte) no se han cumplido no son una justificación suficiente para el incumplimiento ahora", dijo el diplomático europeo tras una reunión en Banja Luka, la sede administrativa serbobosnia, con el presidente del Parlamento serbobosnio, Nedeljko Cubrilovic.


Por su parte, Cubrilovic aseguró que la institución que encabeza debatirá enmiendas legales autonómicas para eliminar los elementos ofensivos para otros pueblos.


Estas declaraciones parecen atenuar la incendiaria retórica de los días pasados entre Banja Luka y Sarajevo, en la que no faltaron incluso amenazas con conflictos armados en este país que sufrió una guerra civil entre 1992 y 1995, con unas 100.000 víctimas.


En Bosnia, un Estado formado por un ente serbio y uno común de musulmanes y croatas, como ha definido el Acuerdo de Paz de Dayton de 1995, con facilidad se reviven temores a una posible ruptura.


Mientras, las autoridades locales ultiman los preparativos para que unos 1,2 millones de habitantes del ente serbio puedan pronunciarse en la controvertida consulta.


El pasado noviembre, el Tribunal Constitucional de Bosnia, con sede en Sarajevo, dictó que el 9 de enero, que es también una fiesta del cristianismo ortodoxo, discrimina los derechos de los bosnios no serbios.


No obstante, las autoridades del ente serbobosnio convocaron el referéndum, desafiando la autoridad del Constitucional.


La semana pasada, la Corte pidió la prohibición temporal de la consulta, pero los serbobosnios se negaron a cumplir la decisión.


El presidente serbobosnio, Miloran Dodik, consideró "politizada" esa institución y la acusó de servir a los intereses del líder bosnio-musulmán, Bakir Izetbegovic, y sus supuestos intentos centralistas en detrimento de la autonomía de la entidad.


Los líderes musulmanes, por su parte, temen que el referéndum sienta las bases para una futura consulta sobre la secesión del ente serbio del país, una posibilidad con la que Dodik lleva años especulando.


La consulta llega una semana antes de las elecciones municipales en Bosnia, el 2 de octubre, por lo que esta crisis se suma a la habitual retórica nacionalista y étnica con la que los políticos bosnios suelen llenar sus campañas electorales en el país, uno de los más pobres de Europa.

cg

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