El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva atribuyó hoy el arresto de su exministro de Hacienda Guido Mantega a una campaña política para perjudicar al Partido de los Trabajadores (PT) a pocos días de las elecciones municipales del 2 de octubre.


"Parece hasta que esa operación se llama campaña a boca de urna", afirmó el exmandatario en declaraciones a una radio del estado de Ceará al ser interrogado sobre la detención de uno de sus principales ministros, acusado de participar en la red de corrupción enquistada en la petrolera estatal Petrobras.


Lula insistió en la "persecución política" que, en su opinión, viene sufriendo el PT, formación de la que fue uno de los fundadores y que gobernó Brasil durante 13 años hasta la destitución de su sucesora y ahijada política, Dilma Rousseff, el pasado 31 de agosto.


"Se están acercando las elecciones y ellos vienen encima del PT", agregó el expresidente al resaltar que la "mediática" operación para detener a Mantega se produjo a solo diez días de los comicios municipales, que suponen un duro desafío para el partido tras haber sido desalojado del poder.


Los comicios del próximo 2 de octubre serán los primeros desde que Rousseff fue destituida por el Congreso y desde que los responsables por la investigación de corrupción en Petrobras comenzaron a acusar y detener a importantes dirigentes del PT, incluyendo el propio Lula.


El ex presidente se convirtió esta semana en uno de los procesados en el histórico juicio, acusado de corrupción y lavado de dinero.


"Quien lo hizo (desvió recursos públicos) tiene que pagar por eso sin dolor ni piedad. Pero es necesario que las personas no sean juzgadas por titulares de prensa antes de que se investigue si hubo crimen o no", afirmó Lula.


En un mitin en Natal, capital de Río Grande do Norte, Lula aseveró que "no tiene disculpa" el modo en el que fue arrestado Mantega.


"Eso se llama autoritarismo, eso se llama prepotencia, eso se llama arrogancia", dijo Lula en el acto, ante cientos de seguidores.


Mantega, quien fue ministro de Hacienda entre 2006 y 2015 en los gobiernos de Lula y de Rousseff, fue acusado de haber solicitado donaciones ilegales para el PT a empresarios favorecidos irregularmente con contratos de Petrobras.


Además de correligionario de Lula y Rousseff en el PT, Mantega fue durante muchos años uno de los principales ideólogos económicos del mayor partido brasileño de izquierda.
La Fiscalía dijo sospechar que el exministro negoció financiación ilegal para la campaña electoral de 2010 que llevó a la Presidencia a Rousseff y a la Vicepresidencia al actual mandatario, Michel Temer.


Los fondos fueron supuestamente pagados por empresas que se adjudicaron contratos con Petrobras de forma fraudulenta, la constructora Mendes Júnior, OSX, empresa del magnate Eike Batista, y la ingeniería española Tecna Isolux.


La principal prueba que llevó al arresto del exministro es el testimonio de Batista, quien levantó un imperio de empresas del sector de construcción y energía y acusó a Mantega de pedirle en 2012 que pagase "deudas" de una campaña electoral.

jlcg

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