El alcalde de Chicago, Rahm Emanuel, presentará el jueves un amplio programa de seguridad pública para la tercera ciudad mayor de Estados Unidos, en medio de un preocupante auge de la violencia y una investigación federal a su departamento de policía.
Se espera que la agenda incluya más apoyo y tutoría para adolescentes, un tema clave del discurso que dará en la noche en un colegio comunitario.
En días recientes, el gobierno de Emanuel anunció planes para añadir casi mil policías, cámaras corporales para más agentes y capacitación obligatoria para los oficiales sobre como calmar situaciones.
El alcalde, ahora en su segundo periodo, busca recuperar la confianza pública, particularmente tras la muerte en el 2014 Laquan McDonald, un adolescente negro baleado 16 veces por un policía blanco. El agente fue acusado de asesinato hasta que un juez ordenó que se difundiera el video del incidente captado desde la cámara de la patrulla. La circulación del video desató protestas callejeras, acusaciones de encubrimiento y llamados a la renuncia del alcalde.
El Departamento de Justicia federal lanzó una investigación sistemática de las prácticas del departamento de policía en la ciudad.
Entretanto, Emanuel ha tratado de realizar sus propios cambios, destituyendo al jefe de policía, aboliendo la agencia que lidiaba con las investigaciones del departamento y proponiendo un nuevo sistema para revisar mala conducta policial y auditorías del departamento.
Chicago ha registrado un enorme incremento en el número de tiroteos y homicidios en el último año. Apenas en agosto hubo 90 homicidios, la primera vez en dos décadas que ha habido tantos en un solo mes.
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