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Una nación con muros se encierra: Obama

Da su último discurso ante la ONUcomo presidente de EU; Ban Ki-moon se despide y critica la política “del miedo”

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el secretario general de la ONU (arriba), Ban Ki-moon, ayer durante su participación en la 71 Asamblea General de la ONU. Ambos pronunciaron su discurso de despedida (LI MUZI. XINHUA)
21/09/2016 |00:50
Redacción El Universal
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Naciones Unidas.— El presidente estadounidense, Barack Obama, y el secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, instaron a la comunidad internacional a hacer más para resolver las crisis globales, en particular la de refugiados.

En el último discurso de ambos ante la Asamblea General del organismo, Obama, cuyo mandato finaliza en enero, defendió el progreso alcanzado gracias a la integración mundial y denunció la voluntad aislacionista de construir muros y retirarse del escenario mundial. Obama afirmó que la creciente desigualdad económica ha propiciado el aumento del sectarismo étnico y religioso, así como del nacionalismo y el populismo agresivos.

“Hoy en día, una nación rodeada de muros sólo se encerraría a sí misma”, dijo en alusión al plan del candidato presencial republicano, Donald Trump, de construir un muro en la frontera con México.

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Obama exhortó a una mayor acción para ayudar a los refugiados a huir de conflictos en Siria y otros lugares.

“Debemos rechazar cualquier forma de fundamentalismo y racismo (...) Tenemos que hacer más y abrir nuestros corazones a los refugiados que están desesperados por un hogar”, dijo.

El presidente estadounidense también tuvo duras palabras contra Rusia por su apoyo al régimen sirio y el colapso del cese el fuego en el país, así como por la incursión en Ucrania. “Vemos que Rusia intenta recuperar la gloria perdida mediante la fuerza”, expresó.

Sin mencionar a nadie por su nombre, Obama denunció a los “hombres fuertes” que buscan perpetuarse en el poder mediante la represión interna o la creación de conflictos en el exterior.

Asimismo, pidió una acción global contra el programa nuclear de Corea del Norte, tras las últimas pruebas atómicas del régimen del país, al que calificó de “baldío.

Un duro mensaje. Ban Ki-moon, por su parte, dio su último discurso al frente del organismo con un mensaje inusualmente duro en el que reprendió a los líderes mundiales por sus fracasos en Siria y Medio Oriente, al tiempo que advirtió sobre la extensión de la xenofobia.

También identificó al gobierno sirio como el principal culpable por la escalada de violencia sufrida por el pueblo, y denunció el uso continuo de bombas de barril y torturas.

“Poderosos patrones que siguen alimentando la maquinaria de guerra también tienen las manos manchadas de sangre”, dijo, y subrayó que representantes de esos gobiernos se encontraban en el recinto mientras hablaba.

Ban también calificó como una “locura” el conflicto entre Israel y los palestinos, y dijo que las posibilidades de lograr una solución de dos Estados “disminuyen día a día”. Una solución de “un solo Estado llevaría a la perdición”, agregó.

También advirtió sobre el odio contra refugiados y migrantes, al señalar que particularmente los musulmanes sufren “estereotipos y sospechas que traen fantasmas de un pasado oscuro”.

“Les digo a los líderes políticos y candidatos: no se involucren en una peligrosa y cínica lógica política que dice que pueden sumar votos dividiendo a la gente y multiplicando el miedo”, expresó.

Cumbre de refugiados. Por la tarde, el presidente Barack Obama participó en una cumbre sobre los refugiados, impulsada por EU. Durante su intervención alertó de las “históricas proporciones” de la actual crisis global de refugiados y dijo que resolverla es “la tarea más urgente” del momento.

En la cumbre participan 52 países y organismos mundiales que este año han dedicado unos 4 mil 500 millones de dólares más que en 2015 para luchar contra esta crisis. También se duplicó el número de refugiados acogidos y se facilitó empleo a un millón más de desplazados, según cifras de la Casa Blanca.

Obama se declaró “orgulloso” de estos compromisos, que salvarán vidas, pero alertó que todavía no son suficientes, dada la magnitud de la crisis.