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Un dron estadounidense con capacidad de efectuar bombardeos aéreos fue detectado el lunes en la zona en la que fue atacado un convoy humanitario de la ONU en la ciudad siria de Aleppo, según informó hoy el Ministerio de Defensa ruso.
"El 19 de septiembre justo en esa zona (en la que fue atacado en convoy) se desplazaba a 3 mil 600 metros de altura y a una velocidad de casi 200 kilómetros por hora un dron de asalto de la coalición internacional", dijo Ígor Konashénkov, portavoz de Defensa, en un comunicado.
El general ruso precisó que la aeronave no tripulada, que había despegado de la base turca de Incirlik, puede también lanzar "de manera autónoma ataques de gran precisión contra objetivos terrestres".
"Ese aparato volador fue identificado por nuestros sistemas de control aéreo como un aparato no tripulado de la clase Predator", precisó.
Konashénkov destacó que el dron "entró en la zona de la localidad de Auram al Kubra en la que se encontraba la columna varios minutos antes de su explosión".
"Y se fue después de cerca de media hora", agregó.
Subrayó que, al igual que en el caso del ataque de la coalición del 17 de septiembre en el que murieron cerca de un centenar de soldados sirios, Rusia no saca "conclusiones infundadas".
"La cuestión de con qué fin ese dron se encontraba en ese punto en el momento indicado y qué misiones cumplía lo saben sólo sus propietarios", dijo.
A su vez, volvió a insistir en que los aviones rusos no realizaron ningún ataque en la zona de la localidad en la que se encontraba en convoy humanitario y que, de hecho, nunca sobrevolaron ese área en concreto.
Rusia publicó anoche un vídeo en el que se ve cómo un vehículo yihadista equipado con un mortero de gran calibre escolta al convoy de Naciones Unidas.
Estados Unidos responsabilizó a Rusia del ataque contra el convoy y aseguró que se "replanteará" si seguir cooperando con el gobierno ruso, que a su juicio debe demostrar "rápida y significativamente" si aún está comprometido con el acuerdo para un alto el fuego en el país árabe.
Mientras, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, calificó el ataque de "repugnante, salvaje y aparentemente deliberado".
En el suceso murieron unos 20 civiles y al menos un empleado de la Media Luna Roja, según confirmó hoy el Movimiento Internacional de la Cruz Roja.
El ataque ocurrió el mismo día en que el Gobierno sirio diera por terminada una tregua de siete días que había sido negociada por Estados Unidos y Rusia.
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