Estados Unidos y Rusia se mostraron hoy a favor de tratar de mantener vivo el alto el fuego en Siria a pesar de que el gobierno de Damasco ha anunciado su final y de que este lunes fue bombardeado un convoy humanitario.
Los ministros de Exteriores de los dos países se reunieron en Nueva York junto a otros miembros del Grupo Internacional de Apoyo a Siria (ISSG, por su sigla en inglés) para analizar los últimos acontecimientos en el país árabe.
En el encuentro se acordó que, "a pesar de la continuada violencia" es necesario "perseguir un cese de hostilidades nacional basado en el acuerdo alcanzado la semana pasada en Ginebra entre EU y Rusia", dijo en un comunicado el portavoz del Departamento de Estado, John Kirby.
Los ministros, que se encuentran en Nueva York con motivo de la Asamblea General de la ONU, acordaron volver a reunirse esta semana para discutir los próximos pasos.
Según Kirby, el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, condenó en la cita de hoy los bombardeos llevados a cabo ayer, que "mataron a trabajadores humanitarios que trataban de llevar comida, agua y medicina a zonas sitiadas de Aleppo".
"Él y otros ministros expresaron sus condolencias por la pérdida de vidas inocentes y reafirmaron la absoluta necesidad de establecer inmediatamente el flujo sin trabas, seguro y sostenido" de ayuda.
Naciones Unidas anunció hoy la suspensión de sus operaciones para entregar asistencia humanitaria tras el ataque ayer contra un convoy en la región de Alepo, en el que murieron veinte civiles.
Hablando ante los líderes mundiales, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, condenó el "repugnante, salvaje y aparentemente deliberado" ataque y exigió que los culpables rindan cuentas.
EU ha responsabilizado a Rusia o al Gobierno sirio del ataque, que ocurrió el mismo día en que Damasco dio por terminada la tregua de siete días que había sido negociada por Washington y Moscú, mientras que los dos países han negado esas acusaciones.
En la reunión hoy del ISSG también se discutió la importancia de seguir presionando a los grupos terroristas Estados Islámico (EI) y Frente al Nusra.
Según el Departamento de Estado estadounidense, los participantes reconocieron en todo caso la "dificultad de separar a Al Nusra de la oposición moderada en algunas áreas del país".
En ese contexto, siempre según Kirby, los ministros subrayaron la necesidad de terminar con los bombardeos aéreos indiscriminados y de crear las condiciones necesarias para retomar en las próximas semanas las negociaciones de paz lideradas por la ONU.
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