La primera cumbre de Naciones Unidas sobre refugiados y migración aprobó hoy la "Declaración de Nueva York", un documento que el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, calificó como un "avance decisivo en los esfuerzos conjuntos para afrontar los desafíos de la movilidad humana".
"No se debe considerar a los refugiados y los migrantes como una carga", dijo Ban. "Ellos ofrecen un gran potencial si lo aprovechamos". La cumbre ha demostrado, según el dirigente de la ONU, que la comunidad internacional es capaz de cerrar filas en este tema.
"Sin embargo, la cumbre solo tendrá un significado real si también cumplimos con los compromisos que hemos asumido hoy", subrayó.
En la "Declaración de Nueva York", los 193 países miembros de la ONU se ponen de acuerdo sobre principios comunes para la gestión de la crisis de los refugiados y la migración.
El documento propone, entre otros objetivos, organizar mejor los flujos de refugiados, proteger mejor los derechos de los refugiados y los migrantes, y fomentar mejor sus derechos mediante la educación y el trabajo.
El documento, que no es vinculante, ya que solo es una declaración de intenciones, pretende ser el comienzo de un proceso con nuevas reuniones que debe desembocar en 2018 en un pacto global sobre los refugiados. Aun así, envía "exactamente el mensaje correcto y en momento correcto", alabó el presidente del Banco Mundial, Jim Yong
Kim. Por primera vez hay un "reparto real" de responsabilidades con respecto a los refugiados, subrayó a su vez el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi.
Sin embargo, las organizaciones humanitarias ven la declaración con ojos más críticos. "Sus objetivos ambiciosos son entorpecidos por la actuación en la práctica de muchos países participantes", juzgó Aurelie Ponthieu, asesora humanitaria de Médicos sin Fronteras. "En vez de respetar los derechos de cada individuo y cumplir los compromisos ya existentes, demasiados gobiernos optan por enfoques cada vez más restrictivos y dañinos", afirmó Ponthieu.
Durante la cumbre, celebrada un día antes del inicio de la 71 Asamblea General de Naciones Unidas, quedó oficialmente integrada en la ONU la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
"Ello reforzará aún más nuestra capacidad conjunta de responder", celebró Ban-Ki-moon.
Además, el secretario general destacó que la ONU ha puesto en marcha una campaña para combatir las manifestaciones de difamación contra los refugiados y los migrantes. "Debemos cambiar la forma de hablar sobre refugiados y migrantes, y debemos hablar con ellos. Si actuamos juntos, podemos enfrentarnos a la creciente xenofobia y convertir el miedo en esperanza, aseveró Ban.