Bratislava.— A casi tres meses del Brexit, los 27 jefes de Estado y de gobierno de la Unión Europea (UE) se reunieron ayer por primera vez en esta capital eslovaca, donde acordaron una “hoja de ruta” para recuperar la confianza y planificar su futuro sin Reino Unido, en un momento que la canciller Angela Merkel definió como “crítico”.

El resultado de la cumbre fue la “agenda de Bratislava”, centrada en la seguridad y nuevos empleos, pero que deja en evidencia las divisiones existentes en los países del bloque.

“Estamos en una situación crítica. Debemos demostrar que podemos mejorar”, dijo Merkel, quien advirtió que “sin la unidad europea” no se lograrán los objetivos. La canciller alemana dio una conferencia de prensa conjunta con el presidente francés, François Hollande, quien dijo que “o nos movemos en la dirección de la desintegración o trabajamos juntos para inyectar un nuevo impulso y relanzamos el proyecto europeo”.

La “agenda de Bratislava” estará vigente hasta el 60 aniversario del Tratado de Roma, en marzo de 2017. Esta agenda sólo sirve como documento de debate, ya que las decisiones se pueden tomar únicamente incluyendo a Reino Unido, que hasta nuevo aviso es miembro de pleno derecho de la UE. Además de temas de seguridad interior y exterior y de la lucha contra el terrorismo, se habló de formas de cooperar de los europeos en materia de defensa. En materia de empleo, Alemania abogó por el mercado interior digital.

Sin embargo, el premier húngaro, el conservador Víctor Orbán, opinó que la cumbre “no fue exitosa” y defendió su idea de “detener a los migrantes en las fronteras”.

Holanda pidió acuerdos con países africanos similares al que la UE tiene con Turquía sobre migrantes irregulares y refugiados.

El premier italiano Matteo Renzi se mostró descontento por los pocos avances en migración y flexibilidad en las políticas de disciplina fiscal.

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