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El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, convocó al gobernador de Ohio, John Kasich, un enemigo político de alto perfil, para ayudarlo a presionar a los republicanos para que aprueben el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP, por su sigla en inglés) antes de dejar el cargo en cuatro meses.
Obama se reunió en el Salón Oval con Kasich -quien no alcanzó a ser el candidato presidencial republicano para las elecciones del 8 de noviembre- para discutir la estrategia a seguir.
La inusual medida es una señal de cómo la Casa Blanca está en un intento final por convencer a los legisladores republicanos para que aprueben el acuerdo en una sesión posterior a los comicios del Congreso saliente, donde el TPP ha sido cuestionado tanto por los candidatos republicanos como demócratas.
"Doy la bienvenida al hecho de que la gente me criticará por poner a mi país delante de mi partido", dijo Kasich a CNN antes de la reunión.
"Los dos principales oponentes al acuerdo comercial son (el presidente ruso) Vladimir Putin y (el presidente chino) Xi (Jinping), uno de los líderes más represivos en la historia de China", agregó.
Tradicionalmente los republicanos han respaldado los acuerdos de libre comercio, pero su candidato presidencial Donald Trump los ha culpado de generar pérdida de empleos y ha amenazado con descartarlo si gana las elecciones.
El líder de la mayoría en el Senado Mitch McConnell dijo que el acuerdo no sería votado este año y el presidente de la Cámara de Representantes Paul Ryan señaló que no ve que el proyecto cuente con suficientes votos para ser aprobado.
La candidata demócrata Hillary Clinton también se opuso al acuerdo, que es impopular entre los sindicatos y grupos ambientalistas.