Naciones Unidas.— El Consejo de Seguridad aprobó ayer el envío de una misión política de Naciones Unidas (ONU) para monitorear el cese del fuego entre el gobierno de Colombia y la guerrilla de las FARC, un anuncio que el presidente Juan Manuel Santos dijo que representa que “el mundo le dice sí a la paz” del país sudamericano.

La resolución aprobada por unanimidad autoriza el envío de una misión de hasta 450 observadores y cierta cantidad de civiles a 40 sitios bastante dispersos entre sí para monitorear la entrega de armas por parte de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y otros aspectos del acuerdo.

Los diplomáticos dicen que la misión debería estar lista para el 26 de septiembre, cuando está previsto que ambas partes firmen un acuerdo formal de paz en Cartagena, y para el 2 de octubre, fecha en la que dicho pacto será sometido a un referéndum nacional. También se aprobó la recomendación de que la misión comparta con el gobierno colombiano el costo de operación del mecanismo de monitoreo y verificación.

Durante un acto oficial en Quibdó, capital del departamento de Chocó, Santos dijo que la decisión del Consejo “es una señal del mundo entero... lo que el mundo entero está diciendo a los colombianos es adelante, los acompañamos en este proceso”.

Por su parte, el gobierno estadounidense dijo que el secretario de Estado, John Kerry, encabezará este domingo una reunión ministerial con una veintena de países que anunciarán “acciones concretas” para potenciar el desminado en Colombia. La cita tendrá lugar en Nueva York, al margen de la Asamblea General de la ONU, y está organizada por EU y Noruega, indicaron fuentes del Departamento de Estado.

Ayer mismo, el líder de las FARC, Rodrigo Londoño Echeverri, alias Timochenko, llegó a Colombia para participar en la décima conferencia de esa banda armada que se realizará entre el 17 y el 23 de septiembre y en la que aprobarán el acuerdo de paz alcanzado con el gobierno, informaron fuentes cercanas a la guerrilla.

Los combatientes de las FARC trabajan contrarreloj en la construcción del complejo donde se reunirán los delegados para participar en el que será el último congreso de la guerrilla como tal, en los Llanos del Yarí. Se espera la asistencia de alrededor de mil personas entre delegados, invitados y enviados de los medios de comunicación, que por primera vez podrán asistir a una cumbre guerrillera, en la que los rebeldes discutirán el acuerdo y su transformación en un partido político.

La otra guerrilla, el Ejército de Liberación Nacional (ELN), inició el lunes un “paro armado” que afecta a seis departamentos del oriente del país y que se prolongará hasta este jueves. Ayer, Santos advirtió al ELN que seguirá combatiéndolo mientas no haya “algún tipo de negociación para que podamos acallar los fusiles y conseguir la paz”.

El grupo anunció junto al gobierno colombiano, el pasado 30 de marzo, el inicio de una fase pública de paz, pero hasta el momento las partes no han avanzado más allá de la declaración.

Una fuente de la gobernación de Arauca, fronteriza con Venezuela, denunció que tres motocicletas “que transportaban a niños que iban a un colegio local fueron quemadas en el municipio de Saravena” y que debieron suspender “preventivamente” las clases a raíz del paro del ELN.

La fuente de la gobernación indicó que los guerrilleros del ELN “bloquearon las vías con carros cargados muy posiblemente con artefactos explosivos”.

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