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El opositor cubano Guillermo Fariñas dejó hoy la huelga de hambre que mantenía desde hace 54 días y que inició para pedir al gobierno de la isla el cese de la represión contra los disidentes, informó a Efe su portavoz, Jorge Luis Artiles.
Fariñas abandonó la medida a petición del grupo que lidera, el ilegal Frente Antitotalitario Unido (Fantu), cuyos miembros consideraron que con la huelga de hambre se logró que la Unión Europea (UE) introdujera en su acuerdo con el gobierno cubano una enmienda "relacionada con el cese de la violencia contra la disidencia".
Esta era la vigésimo quinta huelga de hambre de Fariñas, de 54 años y quien en 2010 recibió el premio Sájarov 2010 del Parlamento Europeo por la defensa de los derechos humanos.
El Fantu se reunió este lunes y decidió pedir a su líder que depusiera la huelga de hambre y sed porque, a su juicio, ya se logró "que el Parlamento Europeo considere la introducción de una enmienda al acuerdo con el Gobierno cubano, relacionada con el cese de la violencia contra la oposición en la isla".
Esa situación "abre oportunidades a otras iniciativas en el escenario internacional", refiere la organización en un comunicado, que considera la huelga de Fariñas "una victoria".
Durante los 54 días de la protesta, que llevó a cabo en su domicilio en la ciudad central de Santa Clara, el opositor fue hospitalizado en cuatro ocasiones tras perder el conocimiento.
El pasado 8 de agosto Fariñas declaró a Efe estar convencido de que el Gobierno cubano quería cometer contra él un "asesinato premeditado" mediante la estrategia de no mantenerlo hospitalizado ni realizarle una transfusión de sangre a pesar de que su estado físico hacía necesarias esas medidas médicas.
El opositor recibió desde que comenzó la protesta las visitas de altos cargos de la Iglesia católica en Cuba y de representantes de embajadas y de la Unión Europea para interesarse por su salud y pedirle que abandonara esta medida.
Tras 54 días de ayuno, Fariñas ha perdido 22 kilos y su peso actual es de 65 kilos, dijo a Efe Artiles.
Además, explicó que ha comenzado a beber agua en pequeñas cantidades con la intención de retomar paulatinamente la ingestión de alimentos sólidos.
A lo largo de esta huelga de hambre y sed, Fariñas ha recibido muestras de apoyo en las redes sociales y también desde Miami, donde se concentra gran parte del exilio cubano.
El Gobierno de Cuba considera a los disidentes "contrarrevolucionarios" y "mercenarios".
ae