Los residentes en áreas costeras de Nueva Zelanda cercanas a la zona mar adentro donde se registró un potente sismo en la madrugada del viernes recibieron orden de evacuar por temor a un tsunami, aunque agencias en otros países dijeron que no era una amenaza importante.
El movimiento telúrico de magnitud 7.1 ocurrió a las 04:37 de la madrugada (1637 GMT) a una profundidad de 55 kilómetros y con un epicentro ubicado a 130 kilómetros al noreste de Te Araroa, en la Isla Norte, según el servicio de detección de sismos del gobierno, Geonet.
Defensa Civil dijo que basada en las evaluaciones actuales no esperaba inundaciones y añadió: "La actividad de tsunami continuará por varias horas y la amenaza debe ser considerada real hasta que esta advertencia sea cancelada".
Usuarios de Twitter en la Isla Norte dijeron que el sismo los había despertado y medios locales informaron sobre cortes de energía.
Los residentes en la costa cercana a la localidad de Gisborne, la zona más cercana al epicentro, recibieron la orden de dirigirse a áreas más altas o lo más lejos del mar posible.
El Ministerio de Defensa Civil y Manejo de Emergencias y sus asesores científicos aún evaluaban la severidad de la amenaza de tsunami.
Pero el Centro Nacional de Advertencia de Tsunami de Estados Unidos y la Armada chilena dijeron que no existía peligro de un maremoto en las costas del continente americano sobre el océano Pacífico.
La sismóloga estatal Anna Kaiser dijo a Radio New Zealand que se detectó una ola de 30 centímetros y ello podría sugerir "un desplazamiento del fondo del mar que es lo que se precisa para generar un tsunami".
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