El emperador de Japón, Akihito, expresó hoy que, debido a su avanzada edad y a su estado de salud, padece "muchas limitaciones" por lo que le será difícil "seguir asumiendo responsabilidades importantes", en un mensaje televisado dirigido al pueblo nipón.

"Me preocupa que pueda convertirse en algo difícil para mí asumir mis responsabilidades como símbolo del Estado, tal y como he venido haciendo hasta ahora", dijo Akihito, de 82 años, que aludió así a la posibilidad de abdicar en el futuro.

En la segunda intervención de este tipo que el monarca hace desde que accediera al Trono del Crisantemo en 1989, Akihito evitó referirse directamente a su intención de abandonar el cargo pues la Constitución no contempla en la actualidad la sucesión en vida.

"En los últimos años he empezado a reflexionar sobre mis años como Emperador, y a contemplar mis funciones y deberes en los años que se avecinan", manifestó Akihito en su intervención, que fue grabada en la víspera y retransmitida hoy por las televisiones niponas.

"Después de dos operaciones quirúrgicas y por mi edad avanzada, he empezado a sentir un declive en mi estado físico (...)", reconoció el emperador, quien añadió que, a su juicio, "no es posible continuar reduciendo perpetuamente" las tareas que desempeña.

Debido a sus problemas de salud, durante los últimos años Akihito ya ha delegado en su hijo, el Príncipe Heredero Naruhito, algunas de las obligaciones de su agenda.

"Cuando un emperador enferma o su estado de salud es grave, me preocupa que, como ha sucedido en el pasado, la sociedad entre en punto muerto o la situación pueda impactar en las vidas de la gente (...) En ocasiones me planteo cómo sería posible evitar esta situación", señaló.

Aunque recalcó que la Constitución no le otorga "ningún poder político", expresó su deseo de que "las funciones del Emperador como símbolo de Estado puedan continuar de forma estable y sin ninguna interrupción".

El emperador afirmó que durante los 28 años de su reinado "ha compartido muchas de las alegrías y tristezas" de los japoneses, y subrayó que siempre ha desempeñado sus funciones guiado por un "profundo respeto y amor por el pueblo".

Akihito recalcó su deseo de mantener la "larga historia de emperadores" de Japón, cuya monarquía reinante es considerara la más antigua del mundo.

El mensaje de Akihito ha sido emitido casi dos meses después de que la cadena pública NHK revelara que el monarca tenía la intención de legar próximamente el trono a su primogénito Naruhito, de 56 años.

Ya que la Carta Magna impide al emperador realizar ninguna actividad política, el emperador eludió mencionar de forma explícita sus planes de renuncia, pues ésta haría necesaria una reforma de la ley para garantizar la sucesión automática de Naruhito.

rmlgv

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