El Estado turco debe ser reconstruido y las Fuerzas Armadas reestructuradas para acabar con la influencia de los seguidores del predicador exiliado Fethullah Gülen, ha asegurado hoy el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan.

Para eliminar de la Administración a los simpatizantes de Gülen "es imprescindible reestructurar el Estado y es necesario reestructurar las Fuerzas Armadas", dijo Erdogan durante un discurso ante dirigentes del sector empresarial turco, difundido por la cadena NTV.

Ankara responsabiliza a la cofradía de Gülen, que describe como "Organización Terrorista Fethullah Gülen (FETÖ) del fallido golpe de Estado del 15 de julio pasado, aunque el predicador lo niega.

"Si hemos dado trabajo a una persona en una institución y la traiciona: ¿Estamos obligados a seguir cargando con esa persona?" preguntó el jefe de Estado, en referencia a los funcionarios cercanos a la cofradía.

"Entras (en el sector público) y te quedas hasta morirte. Esto no puede ser. Para cambiar esa ley hay que reformar la Constitución. Para reformarla hay que unirse en torno a un denominador mínimo común", propuso Erdogan.

"No podemos dirigir este país con leyes de hace 50 años. No podemos dirigirlo con leyes golpistas", expresó el jefe de Estado en referencia a la Carta Magna actual, aprobada tras el golpe de Estado de 1980.

Erdogan acusó a los gülenistas de "explotar a Dios para engañar a la nación" y aseguró que el número de detenidos hasta ahora (unas 15 mil personas) "son sólo la punta de iceberg".

"Sin duda, esta organización también tiene una rama en el mundo empresarial. Quizás sea donde esté más fuerte. Porque ningún proyecto puede funcionar sin financiación. Estamos decididos a cortar todos los ingresos, todos los sistemas, todos los lazos de esta organización de manos ensangrentadas en el mundo empresarial", prometió Erdogan.

"Todo céntimo entregado a la FETÖ es una bala que se carga en un arma para dispararla contra el pueblo. No perdonaremos a quienes financien este plomo", remachó.

"Se llaman cofradía, pero no lo son. Esto sería un insulto a las cofradías. Son una organización terrorista. Los llamo 'asesinos' como los seguidores de Hassan Sabbah (dirigente del siglo XII). El diablo los ha criado bien y son más listos que ángeles, pero también se han rebelado contra Dios", opinó el jefe de Estado turco.

jlcg

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