El líder del Partido de los Trabajadores, el de Dilma Rousseff, presidenta suspendida de Brasil, en el Senado, Humberto Costa, reconoció que la situación para la mandataria es "muy difícil" y prevé que se le destituya.
"Trabajamos intensamente ayer pero no llegamos al resultado que queríamos", dijo Costa y adelantó que los seguidores afines a Rousseff seguirán intentando "conseguir votos", sin embargo, adelantó que "la situación es muy difícil, pero la causa no está totalmente perdida".
El día de hoy, la Cámara Alta Brasileña decidirá si Dilma Rousseff, presidenta suspendida, es separada completamente del cargo; para que la destitución se concrete, basta que 54 de los 81 senadores voten a favor.
Conscientes de que Dilma Rousseff podría no volver al poder, los diputados petistan Wadih Damous y Paulo Pimenta subrayaron que Michel Temer, presidente interino y quien podría quedar al frente de Brasil hasta 2019, puede esperar una "oposición fuerte" en el Congreso: "esta lucha está comenzando, no vamos a reconocer a un gobierno golpista", dijeron.
Damous aseguró que si Michel Temer se hace de la presidencia, "el gobierno no tendrá paz".
La reunión previa a la votación final ha comenzado.
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