La ahora ex presidenta de Brasil Dilma Rousseff afirmó que hoy se ha consumado un "golpe de Estado" con su destitución, que fue decidida por el Senado.
61 de los 81 senadores de la Cámara Alta decidieron que la ex mandataria debería ser separada de su cargo; Michel Temer, quien se ha desempeñado como vicepresidente y presidente interino, dirigirá la nación hasta 2019.
En un mensaje a la nación, Rousseff aseguró que el Senado dañó a la Constitución con su resolución y que el veredicto de los legisladores pasará a la Historia como una "gran injusticia".
La mujer que forma parte del Partido de los Trabajadores aseguró que es equivocado que 61 senadores "destituyeran la voluntad expresa de 54.5 millones de votos (con los que fue elegida".
Rousseff, quien ha sido impulsora de un gran número de programas sociales, asegura que el proceso en su contra es movida por la "misoginia, la homofobia y el racismo" y que es la "imposición de una cultura de la violencia".
Ataviada en un traje rojo, el color de su partido, Rousseff subrayó que luchará contra el nuevo gobierno al que considera "golpista": "ellos piensan que nos vencieron, pero están equivocados", dijo la ex presidenta.
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