El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, conmutó hoy las penas a 111 presos condenados en su mayoría por delitos menores relacionados con drogas, con lo que suma un total de 673 en sus dos mandatos, un número mayor que las otorgadas por sus diez predecesores.
Más de un tercio de esos 673 beneficiados por la clemencia de Obama habían sido condenados a cadena perpetua, según destacó Neil Eggleston, uno de los asesores legales de la Casa Blanca.
"Debemos recordar que estos son individuos -hijos, hijas, padres y, en muchos casos, abuelos- que han dado pasos hacia la rehabilitación y se han ganado una segunda oportunidad", comentó Eggleston.
El asesor de Obama recordó que esas personas "recibieron condenas exageradamente duras" por delitos no violentos relacionados con drogas y a causa de "leyes obsoletas".
Gracias a las conmutaciones anunciadas hoy, los 111 presos elegidos serán beneficiarios de una reducción de sus condenas y muchos dejarán la cárcel a partir del próximo 28 de diciembre.
Estas conmutaciones, sumadas a otras 214 otorgadas recientemente, elevan a 325 el total de estos beneficios en agosto, el mayor número concedido por un presidente en un solo mes, de acuerdo con la Casa Blanca.
A comienzos de junio, Obama conmutó las penas a 42 presos y en mayo hizo lo mismo con otros 58 reos.
Obama promueve desde hace tiempo una reforma del sistema de justicia penal con el objetivo de reducir las sentencias a los condenados por delitos no violentos relacionados con las drogas y que afectan principalmente a los hispanos y a los negros.
Tanto la Cámara de Representantes como el Senado están trabajando en varias propuestas de ley para poder sacar adelante esa reforma.
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