Saná.— El Estado Islámico (EI) en Yemen tuvo ayer de nuevo como objetivo a los reclutas del ejército del presidente Abd Rabbuh Mansur al-Hadi con un ataque suicida contra un centro de reclutamiento en la ciudad de Adén, en el que fallecieron al menos 71 personas, según autoridades locales.
Fuentes médicas informaron que otras “33 personas resultaron heridas y fueron trasladadas a varios hospitales de la ciudad, entre ellos el de la organización internacional Médicos Sin Fronteras (MSF)”, que informó a través de Twitter que recibió al menos 45 cadáveres y al menos 60 lesionados.
Las víctimas esperaban su turno en fila desde primera hora de la mañana de ayer para inscribirse en el ejército leal al gobierno reconocido internacionalmente, que se disputa el poder con los rebeldes hutíes, cuando un terrorista suicida irrumpió al volante de un coche bomba.
Los aspirantes a soldados acudieron al centro ubicado en el barrio de Al Mansura e iban a ser trasladados posteriormente para su entrenamiento en cuarteles de las Fuerzas Armadas yemeníes en Arabia Saudita, en la región fronteriza de Nashrán.
Testigos de los hechos relataron que el suicida detuvo el vehículo junto a uno de los accesos al centro de reclutamiento, hasta que los guardias abrieron esa puerta para permitir la entrada de un camión que transportaba el desayuno para los uniformados.
El terrorista aprovechó ese momento para penetrar en el edificio por detrás del camión de comida y, acto seguido, hizo estallar la carga explosiva en el patio de la escuela, empleada para el reclutamiento de soldados.
“Había cadáveres y partes de cuerpos por todos lados”, dijo Mohammed Osman, un vecino quien acudió al lugar. “Fue una masacre”, agregó. En un comunicado publicado en internet, el brazo del EI en Adén, autodenominado Wilayat Adén (Provincia de Adén), aseguró que el ataque causó “el exterminio de cerca de 60 apóstatas y decenas de heridos”.
El grupo extremista indicó que “el jinete Abu Sufian al Adani logró explotar su coche bomba en un centro de reclutamiento de las milicias apóstatas de Abd Rabbuh Mansur al-Hadi”.
La agencia Amaq, vinculada a los yihadistas, informó de “una operación de martirio [suicida] efectuada por un combatiente del [grupo] Estado Islámico contra un centro de reclutamiento en Adén”, pero no especificó el número de muertos ni heridos.
Esta no es la primera vez que los reclutas del ejército yemení son el blanco de la organización radical, que perpetró un doble atentado en Adén a finales de mayo, cuando mató a más de 40 aspirantes a ingresar en las filas gubernamentales. Uno de los ataques fue llevado a cabo con una bomba que explotó junto a la sede de la Brigada 39 de Acorazados, mientras que el segundo lo perpetró un suicida que hizo explotar su cinturón frente a la casa de un general del ejército, donde se encontraba un grupo de milicianos esperando regularizar su situación.
El pasado 27 de junio, 32 soldados perdieron la vida y otras 25 personas resultaron heridas en varias explosiones contra puestos de control del ejército yemení en la ciudad de Al Mukala, en el sureste del país, en un ataque reivindicado también por el EI.
Tanto esta organización como el brazo de la red terrorista Al-Qaeda en Yemen han aprovechado el deterioro de la seguridad en el país, sobre todo en el sur, para expandirse y llevar a cabo acciones de este tipo.
El gobierno y las tropas yemeníes no han conseguido imponer su autoridad en Adén y en toda la zona después de haber expulsado a los rebeldes hace un año y haber establecido la sede provisional del Ejecutivo en esta ciudad portuaria. Adén ha sido asimismo escenario de numerosos asesinatos y ataques contra representantes del gobierno y miembros destacados de las fuerzas de seguridad.