La Administración Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos autorizó a la compañía Virgin Galactic a reiniciar sus pruebas de vuelo, con el objetivo de llegar a operar comercialmente como “spaceliner” y transportar turistas al espacio.

Tras el permiso, Virgin Galactic podrá continuar su proceso de comercialización, interrumpido tras el accidente de su nave Space Ship Two, en un vuelo de prueba en octubre de 2014, sobre el desierto de Mojave, en el sur de California, donde murió uno de los pilotos.

La licencia autoriza a Virgin Galactic a llevar a cabo lanzamientos de la nave Space Ship Two desde el Puerto Espacial y del Aire de Mojave, en California, donde la compañía realiza su programa de pruebas.

En un comunicado, el vicepresidente de operaciones de Virgin Galactic, Mike Moses, calificó la autorización de la FAA como “un hito importante”.

Sin embargo, Moses agregó que la compañía aún tiene “mucho trabajo por delante para poner a prueba totalmente en vuelo a su nave espacial”.

La compañía explicó que la licencia de operador será modificada con el tiempo, una vez que se cumpla con las pruebas las pruebas de vuelo.

Virgin Galactic planea eventualmente obtener la autorización de la FAA para transportar pasajeros hasta el borde del espacio y de vuelta.

La licencia de operador “permite realizar pruebas exhaustivas, que son un requisito previo para las operaciones comerciales y coloca el día del primer vuelo espacial con pasajeros aún más cerca”, dijo el director de Spaceport America, Christine Anderson, en un comunicado.

El puerto espacial Spaceport America, construido con una inversión de 218 millones de dólares aportados por los contribuyentes de Nuevo México, ha tenido que rediseñar su plan de negocios después del accidente de la nave de Virgin Galactic, en 2014.

El nuevo plan, lanzado en 2015, reorienta al puerto espacial para atraer a nuevos inversionistas en la emergente industria del turismo espacial, interesados en utilizar esa instalación para eventos comerciales y turísticos.

Virgin Galactic, propiedad del multimillonario empresario británico Richard Branson, es una de varias compañías que aspiran a convertirse en las primeras “spaceliners” del mundo al transportar turistas al espacio.

Otras empresas con proyectos en la materia son SpaceX, propiedad del innovador hombre de negocios Elon Musk, y Blue Origin, de Jeff Bezos, dueño de la compañía Amazon.

Así como Orbital ATK, Sierra Nevada Corp, Xcor Aerospace y Bigelow Aerospace, esta última pretende ofrecer alojamiento a los turistas en el espacio.

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