El presidente afgano, Ashraf Gani, afirmó que el ataque insurgente a la Universidad Americana de Kabul, que causó 16 muertos, entre ellos siete estudiantes, es un "cobarde intento de entorpecer el progreso y el desarrollo de Afganistán".
"Con el ataque de grupos terroristas a civiles, instituciones educativas (...) quieren obstruir el crecimiento y los valores de los afganos que creen en el progreso, la prosperidad y el bienestar de Afganistán", aseguró en un comunicado Gani.
El presidente afgano advirtió que con este tipo de ataques, los insurgentes "no solo fracasarán en el intento de tambalear la determinación" del pueblo y el Gobierno afganos, sino que les fortalece "para luchar y erradicar el terror".
Gani visitó esta mañana el hospital de la capital afgana al que trasladaron a parte de los 35 heridos que se produjeron en el ataque, que comenzó en la tarde de ayer y se prolongó durante toda la noche, para conocer el estado de salud de las víctimas.
El presidente mostró su "solidaridad" con los familiares de los fallecidos en el atentado, les dio sus condolencias y pidió al Ministerio de Salud Pública que "sean llevados al extranjero" aquellos heridos que no puedan ser tratados en Afganistán.
"Los terroristas y sus patrocinadores deberían saber que el pueblo y el Gobierno de Afganistán seguirán por el camino que han elegido a pesar de las adversidades y superarán todos los retos", concluyó Gani.
Según la versión policial, un atacante suicida lanzó ayer un vehículo lleno de explosivos contra la barrera de la Universidad Americana y a continuación los otros dos insurgentes penetraron en el recinto donde había alrededor de 750 alumnos y profesores.
Además de los siete alumnos, dos guardias de la universidad y tres policías perecieron en el ataque, al igual que un vigilante del aledaño Instituto de la Vista Noor que murió en el derrumbe del muro de esa institución por el efecto la explosión del coche bomba.
Hasta el momento ninguna organización ha reivindicado el asalto.
La universidad comenzó su actividad en la capital afgana en 2006 y en la actualidad cuenta con más de mil 700 alumnos, según recoge su página web.
Afganistán vive un incremento de la violencia que ha hecho elevar este año las víctimas civiles a cifras récord desde que comenzaron a ser contabilizadas en 2009.
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