En el estado norteño Uttar Pradesh, en la India, se venden videos grabados por móviles de violaciones múltiples a mujeres. Las imágenes que duran entre 30 segundos y cinco minutos se venden a "cientos, quizás a miles todos los días", escribe el diario 'Times' de la India. El precio va entre las 50 y las 150 rupias cada uno.
"Somos conscientes. Estamos tomando las medidas necesarias. Pero es difícil, ya que las ventas se hace bajo la mesa," ha dicho a Reuters un inspector general adjunto de la policía de la ciudad de Agra.
En las últimas semanas, se ha informado de varias violaciones en grupo en Uttar Pradesh, uno de los estados más inseguros y violentos del país.
La semana pasada, una mujer y su hija de 14 años de edad fueron sacadas de su vehículo a punta de pistola y varios hombres las violaron durante horas.
Los medios locales informaron que en un principio la policía no respondió a una llamada de auxilio. El diario 'Indian Express' informó, por su lado, de otro caso esta semana que fue grabado por teléfono móvil.
Según el diario 'Times', cada vez son más los casos de violaciones grabadas por móviles, con el propósito de utilizar las imágenes para chantajear después a las víctimas o para evitar la denuncia a la policía.
CRÍTICAS AL GOBIERNO
Las violaciones a mujeres en la India se ha convertido en un tema de Estado, de hecho son muchas las críticas que recibe el ministro para Uttar Pradesh, Akhilesh Yadav, por el aumento de este tipo de crímenes.
En 2014, se recogieron 337 mil 922 denuncias por violencia contra las mujeres, incluyendo la violación, el abuso sexual y el secuestro, un 9% más respecto al año anterior, según los datos oficiales.
Las víctimas de violación en la India sufren un gran estigma y soportan un sistema de justicia penal arcaico e insensible. Durante los largos procesos, las víctimas y sus testigos suelen ser intimidados por los acusados que, en algunos casos, salen en libertad bajo fianza.
La India vivió una oleada de protestas en diciembre de 2012 después que trascendiera una violación en grupo a una estudiante en un autobús en Nueva Deli que poco después murió. Las protestas forzó al Gobierno a aplicar penas más severas, incluida la pena de muerte.
afcl
